Tengo claro que, gracias a mi propio sufrimiento y poder resolverlo con las herramientas que conocía y que voy ido perfeccionando con el tiempo me alivió la vida y me la hizo infinitamente más feliz que vivir con el sufrimiento que supone no comprender que te pasa, no comprender por qué sufres y no comprender qué camino seguir para salir de un infierno en el que crees que tú solita te has instalado.
Saber que puedes gestionar adecuadamente tus emociones me apasioné tanto y me impliqué ya de una manera absoluta en ayudar a las personas que venían a mi consulta en problemáticas similares, yo les veía a ellos y me veía a mí, yo no veía a una persona con un problema sino que me veía a mí miro a mis pacientes como si fueran yo y sé que en su interior tienen la fuerza y el poder para salir, como hice yo y sé que juntos pero con su fuerza que ahora muchos de ellos no saben que tienen saldrán adelante.
Para mí es fácil y muy estimulante todo ello , porque como vienen a mi consulta muchos pacientes con la misma situación que yo había vivido y acabo diciéndoles lo que yo necesitaba para mí y todo nos acaba enriqueciendo a los dos y mutuamente.
Para mí cada paciente es un estímulo, un aprendizaje y un enriquecimiento mutuo.
Ahora agradezco todo lo que viví, todos aquellos problemas de autoestima que me hacían sufrir tanto, todos aquellos complejos que paralizaban mi vida, todas aquellas relaciones que no me hacían sentir bien y que era incapaz de alejarlas de la mía vida.
Ahora y los veo como un gran regalo de la vida que, gracias a ellas he visto que tenía una capacidad para ayudar a las personas desde mi propia experiencia previa y que me resulta bastante fácil, porque yo he oído lo que ellas sienten ahora y me identifico con ellas y me sale muy bien y con buenos resultados.
Ahora sé que nadie es más experto en algo que como el que lo ha vivido en primera persona, y claro cómo tenía que definir mi camino en la psicología y dedicarme a ayudar a otras personas que necesitaban fortalecer su autoestima para que pudieran si era necesario poder desprenderse de relaciones que les son tóxicas sea una pareja, una cabeza, un amigo o un padre.
He trabajado mucho en aplicar y mejorar técnicas para fortalecer y mejorar la autoestima y cómo poder desprenderse de estas relaciones, porque realmente hay muchísima gente en mi misma situación que yo.
He ido creciendo haciendo este camino asistiendo y colaborando en un montón de conferencias, talleres, seminarios y formación complementaria sobre todo en el ámbito de la autoestima porque todo bien de aquí, una baja autoestima te lleva a establecer relaciones de dependencia emocional y la mayoría de relaciones de dependencia emocional son relaciones tóxicas y por otra parte sin un buen nivel de autoestima no sabes poner los límites adecuados para mantener relaciones sanas y positivas por ambas partes, es el famoso no saber decir no o me da pena o grave decir no.
Y lo más grave de la falta de autoestima es que no sabemos amar bien, no nos sabemos amar bien a nosotros pero sobre todo no sabemos amar bien ni a la vida ni a los demás y confundimos términos básicos que nos confunden y mantenemos relaciones o actitudes basando en un concepto absolutamente erróneo de lo que es amar.
¿Cómo podemos saber que es amar si no nos amamos a nosotros mismos ?.
Por eso, aprender estos conceptos son la clave y la base de una vida digna y de una vida con luz propia. El amor real, el amor que deberíamos saber gestionar bien con los demás y con las situaciones que nos presenta la vida nos es imposible si no sabemos querernos bien a nosotros mismos, es por todo ello que la autoestima es fundamental y es en la que yo me he especializado.