Vivir sin filtros.

Te han repetido una y otra vez que tú no eres buena.

Y como no eres buena, deberías filtrar antes de hablar, antes de hacer, antes de sentir.

Y así has vivido.

Con filtros.

Como todos.

Un baile de máscaras donde para no molestar, para no ofender, para encajar, para no herir, para no hacer sufrir, para gustar, para ser amado debemos usar filtros.

Y así nos va.

Vivir sin filtros.

Te han repetido una y mil veces que no eres buena tal como eres.

Algunas veces te lo han dicho a lo bruto.

Pero el millón ochocientas mil veces restantes te lo han dicho de manera sutil, casi sin que te dieses cuenta de que te lo decían y tú, sin tampoco darte cuenta lo has interiorizado, también sin darte cuenta en tu mente.

Hay que filtrar.

¿Me gusta alguien?

Pues tengo que hacer ver que no me gusta, no vaya a pensar que soy una chica fácil o descarada o necesitada.

¿Me gusta alguien?

Pues no puedo ir a hablar con ella y decírselo, no vaya a creer que la estoy acosando.

¿No me gusta alguien?

No se lo digas, no sea que se disguste y sufra y se suicide por ti.

Vivir sin filtros.

También te dirán que igual el problema es tuyo porque eres una narcisista y un superficial con lo bueno que es y lo mucho que te quiere y que en este mundo hay que tener paciencia y sacrificarse.

¿Quiero hacer algo?

Pues no lo hagas, no sea que no lo hagas bien y los demás opinen que eres un inútil o fracases.

¡Fracasar? qué miedo!

¡Ser rechazado? qué miedo!

Y lo mismo que hacemos con nosotros lo hacemos con el resto.

Si vemos a alguien que nos insulta o nos trata mal, pensamos que debería no hacerlo.

Opinamos que debería filtrar su comunicación, porque no puede ser que sea sincero y nos ofendamos por saber que es lo que opina realmente de nosotros.

Somos víctimas y verdugos en el uso de los filtros.

Y al suponer eso, lo que estamos pretendiendo es que el otro filtre si comportamiento y que actúe no como quiere sino como debería hacerlo según tú.

Según tú.

Porque claro, ¿qué es insultar a alguien o tratarlo mal?

¿Decir lo que uno opina?

¿Si ese otro que según tú te insulta porque te dice lo que cree y te dice que eres un desordenado y un sucio porque tienes la casa sucia, según él.?

¿Te está insultando realmente?

Filtrar es un error.

Un error terrible.

Imagina que tú sientes, piensas, piensas o quieres hacer algo que según otro es una ofensa para ese otro.

¿Qué harás?

Porque si basándonos en el que el otro siente y opina, tú actúas, solo eres un monigote en manos de una ética y moral que no es la tuya.

Eres un esclavo.

Eres un títere.

Y así nos comportamos la mayor parte del tiempo.

Quien filtra se está diciendo cada minuto que no es bueno, que no es digno, que no es sano.

Quien filtra solo es un esclavo de las expectativas ajenas por más locas que sean.

Podría hacer un libro sobre el error de filtrar, pero no es el momento ni el lugar.

Tú eres bueno tal como eres.

Tú eres sano tal como eres.

Otra cosa es que no seas bueno para otro.

Pero este no es tu problema.

Confundimos la mentira y la hipocresía con la amabilidad.

Tú puedes actuar sin filtros desde la amabilidad y la empatía.

Solo faltaría.

Si tú fueras azúcar no por ser azúcar eres malo.

Pero para un diabético si lo serías.

Sin embargo, eres muy bueno para otros muchos.

Deja de filtrar y asume el conflicto.

Solo quien es libre tiene conflictos, desprecios, insultos e incomprensiones varias.

En este mail quédate únicamente con eso.

Eres bueno tal como eres.

Eres bueno tal como eres.

Y puedes mostrarte y expresarte sin filtros.

No te creas quien te diga lo contrario.

Es simplemente el diabético de turno que se ha zampado un bollo y ahora está jodido.

Parece fácil, sin embargo, no lo es pero es posible.