Los remordimientos

Cada vez que te crees las emociones que te genera la mente sobre tu pasado sufres.

El remordimiento es una emoción que no sabes gestionar correctamente y al no hacerlo la gestionas mal y sufres.

Cada vez que te crees los pensamientos que recuerdan pasados que no querías que pasaran sufres.

Cada vez que querrías cambiar tu pasado, sufres.

Y al sufrir tiendes a escapar.

Sufres porque te sientes acorralado y no sabes dónde escapar.

Tienes muchas formas de escapar a ningún sitio.

Drogas, compras, relaciones superficiales, medicinas, distracciones.

O simplemente tormento y culpa.

La mente quiere que te pases los días luchando constantemente contra la realidad, es normal que acabes muy cansado.

La realidad es también lo que ocurrió.

Necesitas actuar de alguna manera diferente frente a este hecho que tú crees real.

Necesitas un propósito que sea mayor.

Retirarte de la situación (escapar) no es siempre una opción.

Quedarte ahí sin hacer nada y acumular enfado u odio, tampoco es una opción.

Culparte es también una forma de ira u odio hacia nosotros mismos, tampoco es una opción válida.

La mente te recuerda una y otra vez todo lo que hiciste mal o que no pasó como quisieras y nos enfadamos, juzgamos y castigamos o nos arrepentimos.

La mente nos hace volver a sentir todo el dolor que sentimos cuando ocurrió lo que querrías que no hubiese ocurrido, una y otra vez y todo esto nos genera dolor, angustia, culpa y decepción.

Una y otra vez

Solo sufrimos.

Cada vez que la mente nos cuenta un pasado que no es lo que queríamos, sufrimos y este sufrimiento en nada cambia el pasado ni nos permite aprender nada para el futuro, desde ese ángulo mental.

Los remordimientos aparecen cuando en algún momento de tu pasado viviste algo que no querías vivirlo

Necesitas perdonar.

Sobre todo a ti

Perdonar significa volver a darte lo que estaba allí antes de que ocurriera «lo malo que te ocurrió».

En algún momento de tu pasado viviste algo que te hizo daño.

Quizás un error tuyo y ahora te culpas.

Puede ser una ofensa de alguien y ahora sientes ira.

Y tu mente te ha revivido este hecho muchas veces.

Hazte la pregunta.

¿Cómo era tu vida antes de que ocurriera lo que te hizo daño?

¿Te imaginas que tú, te pudieras volver donde sentías, antes de que ocurriera lo que te hizo daño?

Y puedes.

Puedes si aprendes a perdonarte.

El remordimiento es falta de aceptación

Tú puedes darte otra vez lo que tenías antes de que ocurriera lo que te hizo daño.

Puedes vivir sin esa ira o esa culpa que te ahoga.

¿Cómo podemos hacerlo?

Cuando tu mente te cuente una historia que te hace sentir remordimientos, lo primero que debes hacer es observar esta historia como si no fuera contigo y ponle un nombre.

Luego ser amable contigo mismo.

Ser amable es saber perdonar.

Posteriormente, ve al presente y ánclate en él, la mente te querrá llevar de nuevo al pasado y tú debes mantenerte en el presente.

Estar presente te ayuda a vivir en propósito.

Necesitas ser amable contigo, necesitas vivir un presente con propósito y necesitas analizar la historia que te cuenta la mente y ponerle nombre y reescribirla ahora, desde un ángulo distinto, en el que tú, eres el héroe y no el malo.

Ser amable contigo es entender que eres humano, que te equivocas, los demás también, que haces las cosas lo mejor que sabes con las herramientas que tienes y los demás también.

Tú no puedes hacer las cosas mejor que haces, los demás tampoco.

Perdonar es un paso clave para dejar de sufrir remordimientos.

Los remordimientos aparecen cuando crees la historia que te cuenta tu mente

Necesitas saber cómo gestionar estos remordimientos.

Tienes muchas formas, pero castigarte por un error pasado u odiar por un acto de alguien no arreglará tu futuro.

Necesitas otras herramientas.

Puedes alejarte, puedes demandarlo, puedes mejorar tus habilidades, pero en ningún caso tener remordimientos por un hecho pasado puede mejorarte tu presente.

Agradece el privilegio de estar vivo.

Necesitas propósito, presencia y agradecer

La vida es mucho más que una pequeña grieta con la realidad.

La mente te dice que no es suficientemente buena para ti la realidad que vives, pero si solo la observas y no te fusionas con ella, podrás valorar mucho más la vida.

Por muy grande que sea la grieta, la vida es mucho mayor.

La inquietud que te genera el remordimiento no es real

Vas a descubrir que no te hace falta nada que no tienes ya y lo que te falta son solo habilidades que debes desarrollar.

Necesitas agradecer y entender que lo que no tienes, es un reto que tienes.

Porque no valoras lo que vale realmente la pena, ni valoras realmente todo lo bueno que tienes.

Los pensamientos nos cuentan una historia que nos hacen sentir remordimiento.

No te la creas

Obsérvalas

Ponles nombre

Observa la que son recurrentes.

Reescríbelas desde un ángulo diferente, donde tú eres el protagonista.

Sé amable contigo.

Ve al presente.

Vive con propósito.

Actúa en el presente sobre la base de aquello de tu pasado sientes remordimientos.

Aléjate, demanda, repara, perdona o perdónate y vive de acuerdo a tus valores.

Busca siempre que agradecer.

Céntrate en lo que tienes.

La mente siempre pone el acento en el que no tienes, en lo que te falta, en lo que fallaste, en lo que no salió como tú esperabas.

La mente no te lleva a tus éxitos, la mente te lleva a tus fracasos.

Date cuenta de lo falsa que es tu mente.

Tu vida ha experimentado miles de cosas buenas y alguna de mala y tu mente solo te repite esas de malas.

En las que fallaste, en las que no fuiste suficiente bueno, en las que te equivocaste.

Pero en todas aquellas en las que acertaste, en todas aquellas en la que si fuiste bueno, en todas aquellas en las que tuviste éxito, tu mente se ha olvidado de ellas.

Tu mente te quiere sufriendo.

Es una estrategia evolutiva que era útil hace mil años, pero que ahora no te sirve para nada.

Pero allí está.

No te la creas.

No te creas a tu mente cuando te hace sentir remordimiento.

La mente siempre busca grietas en la realidad y te dice que esto no es suficiente bueno para ti.

No te la creas.

No es verdad.

La mente no te está diciendo que algo te falta, sino que algo puedes hacer tú para aprovechar esta realidad para crecer.

Sientes remordimientos porque tu mente te engaña y te la crees

¿Qué puedo hacer yo?

Ahora sabes que la mente te engaña.

Hoy no hay leones por la calle ni morirás de hambre.

No has matado a nadie ni violado a nadie, ni robado ni saqueado a nadie.

Ahora todo es mucho más suave.

Seguramente has decepcionado a alguien, has engañado a alguien, has criticado a alguien o lo han hecho otros contigo.

Y por ello sientes remordimientos.

La mente, solo te está diciendo qué miedo debes atravesar o de qué debes despegarte.

La mente solo te dice que debes hacer para crecer.

Y no es tener lo que quieres, sino desarrollar habilidades, para intentar conseguir lo que quieres, pero renunciar del resultado.

Sientes remordimientos porque estás aferrado al resultado de tus acciones.

No estás centrado en el proceso sino en los resultados.

Por eso sientes remordimientos, cuando un resultado que esperabas no se ha producido.

La mente te quiere más fuerte.

La mente quiere que atravieses miedos.

La mente quiere que renuncies a cosas innecesarias.

La mente ahora te quiere libre.

Y te hará sufrir mientras no lo seas.

La mente te empujará a que seas libre.

Cuando dejes de sufrir remordimientos es porque eres libre.

Libre de miedos.

Libre de necesidades que no necesitas.

Libre de las expectativas de los demás que no las necesitan para nada.

Nadie te necesita como pareja, ni como amigo, ni como nada.

Tú crees que sí y el otro también y por eso, este otro sufrió y tú sientes remordimientos por ello.

Pero debes liberarte de las expectativas de los demás.

Porque realmente nadie te necesita, solo necesitan liberarse ellos del apego que sienten por ti.

Y tus remordimientos son debido al dolor que generaste al seguir tu intuición o al poner límites o al equivocarte.

Tienes derecho a equivocarte sin sentir remordimientos por ello.

Tienes derecho a ser libre aunque alguien sufra por ello.

Nadie muere, nadie es violado, nadie es asaltado.

Solo sufren porque no saben cómo dejar de sufrir, de la misma manera que tú no sabes cómo dejar de sentir remordimientos por algo que hiciste que hizo sufrir, cuando no es tu responsabilidad el sufrimiento ajeno, cuando este sufrimiento es por una falta de gestión emocional por su parte.

La mente te cuenta historias que no debes creerte, pero que sí tienes que interpretar de manera diferente a lo que crees.

Deja hablar a la mente.

Pero no te la creas.

Sientes remordimientos porque sientes culpa

Nada es por tu culpa

Sin embargo, aprende a interpretar que te está diciendo en realidad.

La mente te dirá que eres culpable, aun así, no es cierto.

La mente te dice que sientes remordimientos porque te sientes culpable, sin embargo, no es cierto.

La mente te dice cosas basadas en tus creencias.

Y de las creencias deberías aprender a escogerlas tú.

La mente te ayuda, sin embargo, no de manera clara.

Necesitas interpretarla.

Cuando te dice que debes sentir remordimientos por algo de tu pasado que no hiciste bien.

Te está diciendo que no estás agradeciendo lo que tienes.

Te dice que no estás en el presente.

Te dice que te coges las cosas demasiado en serio.

Te dice que no estás baremando bien lo que te está ocurriendo en realidad.

La mente te ayuda, pero no de forma clara.

Necesitas interpretarla correctamente y es contra intuitiva.

Sientes remordimientos porque la mente siempre te dirá que eso que vives o viviste no es suficiente bueno para ti

Y no entiendes cómo funciona la cosa.

Las emociones son formas de decirte que hacer con tu vida.

Son brújulas.

Tienes que poder sentirlas todas y entenderlas todas para saber qué hacer y cómo mejorar.

Si sientes remordimientos es bueno sentirlos

pero para saber que significa eso que sientes, que es aquello que debes cambiar en tu sistema de creencias o en tus acciones presentes.

Tristeza y alegría es lo mismo.

Tristeza es cero puntos de alegría y alegría es cien puntos de alegría.

Estar triste significa que estás poco alegre, pero estar triste significa que tienes la capacidad de estar alegre.

Sentir remordimientos significa que te sientes culpable e insuficiente, no sentirlos significa que te sientes inocente.

Y esa capacidad de transitar de la culpa a la inocencia solo depende de la historia que te cuentas sobre el pasado que has vivido.

Solo depende de ti.

No de nada fuera.

Necesitas mayor presencia.

Necesitas más agradecer.

Necesitas más desapego.

Necesitas más propósito.

Necesitas creencias nuevas.

Necesitas historias nuevas.

Necesitas crecer.

Y para ello necesitas sufrir.

Por eso sufres cuando sientes remordimientos.

Necesitas aprender a navegar sobre las olas.

Los niños se ahogan en las olas.

Los adultos las surfean.

Necesitas dejar de ser un niño.

La mente siempre te dirá que eso que vives no es suficientemente bueno para ti.

Y la mente intentará que sufras.

Y tú no te la creerás.

Solo pensarás en qué habilidad necesitas aprender que aún no sabes.

Únicamente pensarás en qué franja de libertad todavía te falta conquistar y te centrarás en conquistarla.

Ya no te crees la mente, pero si la observas y la interpretas correctamente.

Necesitas remordimientos para poder transitar del niño que eres al adulto que quieres ser

Llegará un momento en que, cuando la mente te diga algo que te genere remordimientos, tú ya tendrás interiorizado que eso que te dice es en realidad un motivo para divertirte más, es un reto que superar, es una aventura más que vivir.

Hace mil años la gente moría de hambre y los mataban los vikingos y les hacían esclavos y violaban a las mujeres.

En nuestro mundo nadie muere de hambre ni de sed ni de frío y las oportunidades son increíbles.

Solo necesitas vivir sin estar paralizado por el daño que puedas infligir a los demás en tu ansia de sobrevivir en libertad.

Los remordimientos te impiden disfrutar de la aventura de la vida, te hacen vivir apegado a las expectativas y a las dependencias de los demás.

Los remordimientos te pueden ayudar a vivir sin más miedo a ser libre ni complejos a poner límites en los demás.

La vida es apasionante por ahora.

Puedes ir por la cuerda floja y saber que siempre hay una red debajo de ti, por si te caes.

La mente te dirá que no existe red, pero hay red.

Nadie va a morir por ser tu libre.

Una conciencia calmada necesita sentir remordimientos y saber qué hacer con ellos

Y así la vida es increíble si dejas de hacer caso a las historias que te cuenta la mente, vives en presente con propósito y agradeciendo.

Sentir remordimientos por un pasado que no puedes cambiar es inútil.

Sentir remordimientos por un error, es inútil, repara el error si se puede, y olvídate.

Perdona y perdónate y olvídate.

Acepta la vida tal como es y olvídate.

Cuando aprendes a amar la vida tal y como es y a disfrutarla así, la vida es una maravilla,

La mente intentará que veas grietas en todas partes.

La mente intentará que sientas remordimientos por todo lo que hagas.

La mente te dirá que puedes hacerlo mejor y que todo puede salir perfecto para todos.

Pero la mente te está engañando.

No puedes hacerlo mejor ni puede ganar todo el mundo.

En el mundo real necesitas perder para aprender de ello para poder ganar.

Presencia, propósito y agradecer son tus herramientas frente a las emociones de remordimiento que te cuenta la mente.

Ser amable.

Perdonar.

Reparar.

Pedir perdón.

Aprender.

Permitir el aprendizaje ajeno gracias al sufrimiento.

Pero deja de sentir remordimientos por lo que fué.

Agradecerlo.

Todo va de crecer, si no creces tu vida va a empeorar, tú eliges.

Porque morir no morirás.

Siempre la mente nos cuenta grietas de realidad, la mente nos hará sentir remordimientos, si nos la creemos.

Pero no va de ignorar la mente.

No va de evitar sus historias.

Debes valorarlas e interpretarlas adecuadamente y actuar en consecuencia.

Si sientes remordimientos es que necesitas evolucionar emocionalmente

Los pensamientos nos dicen que somos niños, débiles, miedosos, apegados y necesitados.

Y no somos niños.

Somos adultos.

Sabemos vivir en el presente.

Sabemos agradecer.

Sabemos interpretar.

Sabemos perdonar.

Sabemos reparar.

Sabemos sufrir y aprender de ello.

Queremos ser más libres y sabemos que el camino es atravesar miedos y desapegarte de las cosas y de las personas y vivir más en el presente y agradecer.

Necesitas poder sufrir para estar alegre.

Necesitas sentir remordimientos para poder entender tu mente y dejar de hacerle caso.

Necesitas remordimientos para poder tener una conciencia más tranquila

Necesitas transitar de niño a adulto.

0 es sentirse culpable y sentir remordimientos por el hecho de ser libre, por el hecho de sentir lo que sientes, y por necesitar aprender cosas que no sabes aún.

100 es no sentirse culpable ni sentir remordimientos por ser un humano y no un robot perfecto.

Necesitas una línea de 0 a 100 para poder llegar a 100 y pasar de 0 a 100 solo depende de ti, porque tú tienes esta línea dentro de ti y la mueves tú.

Y lo haces interpretando correctamente las historias que te cuenta la mente.

Necesitas observar los pensamientos sin identificarte con ellos y ver el mensaje correcto que te trae y después reescribir la historia que te cuenta la mente e ir al presente y actuar.

• Ser amable.
• Perdonar.
• Agradecer.
• Reparar.
• Vivir con propósito.

Y desde aquí actuar y aceptar el resultado sea cual sea.

Aceptar.

Dejar de pelearse con la realidad.

La realidad es la que es.

Cualquier realidad la puedes hacer jugar a tu favor

Y siempre puedes irte.

Puedes mejorarla

Puedes aceptarla.

Pero no lo empeores con rumiaciones, culpas, reproches y remordimientos.

Agradecer.
Ir al presente.
Vivir según tus valores y actuar en consecuencia.

Utilizar la realidad a tu favor.

Siempre tenemos opciones si nos hacemos responsables de lo que nos pasa, cambiar lo que puedas cambiar, aceptar lo que no y disfrutar en ambos casos.

Al final, ¿solo vale la pena vivir una vida si te has divertido en ella, si no, que has vivido?

Los remordimientos son la forma en que la mente te dice que eres un niño.

Los remordimientos que sientes, es la forma en que te dice la mente que no tienes suficiente amor propio ni que te respetas lo suficiente.

Los remordimientos son la forma de avisarte de que debes aprender a aceptarte más y ser más amable contigo.

Puede ponderar adecuadamente tus emociones de inquietud, culpa, arrepentimiento, tormento y remordimiento y dar un paso más y utilizarlas para crecer emocionalmente.