Que es el amor y que no es amor

Amar hace daño. (no siempre, pero demasiadas veces para recomendártelo)

Amarte no. (amarte y respetarte nunca, nunca, nunca te hará ningún daño).

Enamorarte de ti te hace bien.

Enamorarte de otro que no seas tú a veces te hace bien y muchas veces te hace mal.

Tú deberías ser el amor de tu vida.

Que es el amor

No deberías permitir que tú fueras el amor de la vida de otro.

Estas son cosas que deberías evitar.

No son buenas para ti, aunque creas que sí lo son.

Vamos un poco confundidos y es normal, nos han tomado el pelo toda la vida.

Vamos a pensar un poco.

¿Y si el amor (el auténtico)fuera el amor propio?

¿Y si amar a otro fuese simplemente potenciar en este otro que se amase a él mismo?

No a ti.

No a ti.

¿Qué es el amor?

El amor es el amor propio.

Amor propio es respetarte a ti.

Respetarse es escucharte también.

Y no es fácil hacerlo.

Nada fácil.

Respetarte es permitirte saber quién eres, que sientes, que quieres y que no quieres.

No lo eliges, no lo escoges.

Eres lo que eres y no puedes ni deberías ser otra cosa.

Sientes lo que sientes y no puedes sentir ni deberías sentir otra cosa aunque lo quisieras.

Quieres lo que quieres y no puedes querer otra cosa aunque quisieras.

No puedes elegir quién eres, que sientes y que quieres, pero sí puedes saberlo.

Saberlo y atenderlo.

En muchos casos ni lo sabemos ni lo atendemos.

No nos respetamos una mierda.

Amor es respetarse.

Y no lo hacemos.

No sabemos.

No nos lo permitimos.

En muchos casos en nombre del «amor».

El ser humano es muy curioso.

Respetarte es cuidar eso de ti.

Aunque eso de ti rompa las expectativas de alguien que según él siente que te quiere.

Eso es respetarte.

Y al hacerlo, aunque te cueste creerlo, amas a los demás, aunque sufran a corto plazo. (pero este ya es otra historia que te contaré en otro email)

¿Y si el amor a los demás fuera simplemente una consecuencia de este respeto que deberías tener por ti?

¿Y si ese amor a los demás, fuera simplemente mostrar tu verdad?

¿Y si amar fuera simplemente ser verdad?

Mostrar tu verdad.

Sin miedo.

Sin miedo.

Imagínate u mundo así.

Yo me amo, yo me respeto y si alguna cosa deseas para los demás es este mismo amor propio y este mismo respeto que tú creas y construyes para ti potenciarlo en ellos.

Respetarse es atender a tu intuición, respetar tu intuición, respetar lo que sientes, lo que quieres y lo que te hace bien.

No puedes elegir que es.

Es lo que es.

No puedes escoger.

Tu intuición lo hace por ti, porque tú eres tu intuición.

Tu mente te quiere confundir, te quiere engañar, te quiere razonar porque antepone en su cerebro prehistórico, la supervivencia en un entorno de mamuts y tigres, de bengala a tu felicidad.

Tú no eres tu mente ni estamos en la prehistoria.

Tú eres tu intuición y a ella deberías aferrarte como una lapa.

Sin juzgarla, sin juzgarte, sin culparte por seguirla, te lleve donde te lleve.

Y desde este amor propio, amar a los demás sería mostrar tu verdad.

La tuya.

Sin argumentarla.

Sin justificarla.

Sin defenderla.

Sin esperar aprobación.

Simplemente, mostrarla y actuar con base en ella, te lleve donde te lleve, aunque te lleve a la soledad mil veces.

Esto es amor a los demás.

Ser verdad.

Y el amor auténtico sería el amor propio.

Todo al revés de cómo nos han enseñado.

Vale.

Sabemos que es el amor.

¿Y cómo lo aplicamos en las relaciones humanas?

Fácil.

Desde este respeto propio relacionarse con los demás desde tu verdad y observar que sale de todo ello.

Si yo me respeto y tú te respetas y yo quiero y deseo que tú te respetes, ¿que sale de todo ello?

Observar.

Si soy verdad para ti y yo deseo y potencio que seas verdad para ti y me muestres esa verdad sin miedo.

¿Que sale de ello?

¿Que relación sale de ello?

¿Es una relación fácil, divertida, confortable y alegre?

Genial.

Este es un bien lugar donde vivir.

¿Es una relación donde cuesta crecer, fluir y divertirse?

Este no es un bien sitio donde vivir.

Fácil.

¿Cuántos problemas con tus padres, con tu pareja, con tus hermanos, con tus amigos, te hubieses ahorrado al vivir así?

Me respeto, que quiero, que siento, quien soy y me muestro así.

Y quiero que tú seas igual.

Que te respetes y que te muestres.

No hay que convencer a nadie.

No hay que gustar a nadie.

No hay que vender nada ni argumentar nada.

Yo soy quien soy y está bien así y lo muestro sin culpa ni miedo.

Tú eres quien eres y está bien de esta forma y lo muestro sin culpa ni miedo.

Esto es el amor.

Y desde aquí observar y valorar que sentimos cuando estamos juntos, tal como somos, tal como sentimos y observar que estamos construyendo juntos.

Si estamos construyendo sin darnos ni cuenta un espacio de paz, este es un buen lugar y por amor nos quedamos.

Si lo que se construye sin darnos cuenta no es un espacio de paz, confort y alegría para los dos, por amor nos alejamos.

Amor propio es la base para respetarte a ti.

Ser verdad es la base para respetar a los demás.

Amor es acercarse, pero amor es también saberse alejar.