Puedes eliminar los pensamientos negativos obsesivos
Pensamientos intrusivos
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Te resumo el artículo por si tienes prisa:
Si los pensamientos intrusivos te hacen sufrir, podrías padecer un trastorno obsesivo-compulsivo.
La rumiación se puede gestionar mucho mejor de lo que imaginas.
No es lo que te ocurre lo que te hace sufrir.
No te hace sufrir que te hayan despedido del trabajo o que te haya dejado a tu pareja, o que te hayas equivocado en algo importante, o que no tengas dinero, o que seas feo, gordo, bajo o muy alto, lo que te hace sufrir.
No te hacen sufrir los errores o los abusos del pasado.
No te hace sufrir nada de lo que te pasa, nada de lo que crees que te perjudica, te hace sufrir.
Lo que te hace sufrir, es la historia que te cuenta tu mente, cuando lo que te cuenta, no es lo que tú quieres, y tú te la crees.
Lo que te hace sufrir son los pensamientos negativos, que te crea tu mente y que tu te los crees.
Lo que te hacen sufrir, son los pensamientos intrusivos que invaden tu vida y de los que crees que, no tienes control alguno.
No sufres porque tu mente tiene malos pensamientos, sino porque tú te los crees.
Lo que te hacen sufrir son los pensamientos recurrentes involuntarios de tu mente, que te crees.
Los pensamientos negativos
La trampa de los pensamientos intrusivos
Los pensamientos negativos recurrentes causan dolor.
No estoy hablando del dolor de una enfermedad, ni de sufrir frío, hambre o sed.
Estoy hablando del sufrimiento emocional y este sufrimiento puede crear en ti una enfermedad física.
Estoy hablando del malestar que sentimos cuando, nuestros pensamientos nos cuentan su particular versión de la historia que estamos viviendo o que hemos vivido o que creemos que viviremos.
Tu mente tiende a la obsesión, la tuya y la de la mayoría de los humanos.
Lo que te hace sufrir, es la historia que tu mente te cuenta y que tú te crees.
Los pensamientos intrusivos son neutros.
Los pensamientos, en realidad, no son nada.
Los pensamientos, en realidad, actúan como si estuvieses delante del televisor mirando una película.
La mente no puede parar de crear «películas»
Pero tú sí puedes creerte la película que te cuenta tu mente o no creértela.
Es necesario que aprendamos a cuestionar lo que nos dice nuestra mente.
Una forma fácil de hacerlo, es poner un nombre a cada una de las historias que nos cuenta a menudo la mente.
El pensamiento obsesivo
La mente nos cuenta a menudo las mismas historias una y otra vez.
Cuando la mente te cuente una historia que ya ves que es repetitiva, apúntala en un papel, en una nota en el móvil o en el ordenador y describe la historia que te cuenta la mente con todo el detalle posible y después le pones un nombre.
Un nombre para cada historia.
Suelen ser siempre las mismas.
Aquella pareja que tenías y que te dejó y que tanto la echas de menos y que te equivocaste en como gestionaste la relación, o ella fue quien la hizo gorda y que por eso se acabó la relación.
El trabajo que tienes y que tan poco te gusta y criticas a tu jefe o de un compañero en particular.
Aquel coche que tanto deseas y que no te puedes comprar y con el feliz que tú serías si lo tuvieras y lo condujeras por todas partes.
De acuerdo.
Tu mente no para de contarte historias.
Y no sabes cómo parar, porque son historias que te crean ansiedad, tristeza o angustia.
Tener malos pensamientos involuntarios es normal
Pero no deberías creértelos y aprender a gestionarlos.
Puede ser divertido.
En cambio, creerte las historias que te cuenta la mente, las apuntas en un papel, les pones un nombre, las describes con detalle y ahora viene lo bueno.
Intenta averiguar por qué la mente te explica esta historia y por qué te la explica de esta forma y no de otra.
Saber el porqué te puede ayudará a desactivarla.
Observa la historia, sin identificarte con ella.
Y por último cuéntate tú, la misma historia, pero desde un punto de vista, que te haga quedar mejor en ella.
Imagínate que eres el guionista de una película a quien el productor le propone, que cuente una historia, pero desde un ángulo determinado, desde la visión del protagonista.
Y escríbela.
Y compara la historia que te cuenta la mente con la historia que ahora te cuentas tú, desde un ángulo más favorecedor.
Ponle nombre.
Y date cuenta de que la misma historia puede ser narrada, desde muchos distintos ángulos.
Y aquí empezarás a entender un concepto de libertad que nadie te ha contado antes.
La libertad de escoger las historias que crees.
La personalidad obsesiva
Los pensamientos que te crees, controlarán tu vida
El sufrimiento depende de los pensamientos con los que te fusiones.
Los pensamientos estarán siempre ahí, la mente siempre generará pensamientos.
Pero de ti depende que te los creas o que simplemente, los observes, como haces con las nubes del cielo, que están y que pasan y tal como llegan, se van.
Los pensamientos, en realidad, son solo una historia que te cuenta tu mente, desde un ángulo determinado.
Muy similar a escuchar las palabras de un locutor de radio.
Los pensamientos, en realidad, son solo imágenes de una televisión.
No son la realidad.
No son tu vida.
No son el pasado.
Pero te hacen sufrir.
La rumiación como fuente de la obsesividad.
El poder de los pensamientos negativos puedes contrarrestarlos con el poder de la presencia.
Necesitas herramientas para dejar de identificarte con tus pensamientos.
La mejor herramienta es conectarte con el presente.
Creerte la mente te aleja de tu presente.
Centrarte en tu presente te aleja de la mente y de las historias que te cuenta tu mente, que si te crees, sufres.
Puedes usar la respiración para anclarte en el presente y para soltar todo lo que no es bueno para ti.
Nos aferramos a cosas y no las soltamos, heridas, errores, fracasos y recuerdos dolorosos.
Nos aferramos a una idea de la realidad.
Nuestra idea de la realidad es que la realidad no debería ser cómo es.
Nuestra idea de la realidad es que merecemos que las cosas nos funcionen mejor.
Sufrimos porque nos aferramos a lo que no es.
Necesitas dejar de necesitar lo que no es.
Necesitas desapegarte.
Necesitas identificar los pensamientos intrusivos que te hagan sufrir, porque tu mente se obsesionará con ellos
La mente es compleja.
Se fija en lo que duele y no lo deja ir.
Si un pensamiento es positivo, es fácil que salga de tu mente, si un pensamiento negativo te duele, tu mente lo retiene en ella.
Lo que te duele, la mente lo conserva en tu mente y crea en ti obsesiones.
Fíjate.
Si no duele el pensamiento, la mente lo deja ir.
Si duele el pensamiento, lo retiene.
El secreto está en conseguir que no duela.
Si no duele, la mente lo dejará ir.
¿Cómo hacerlo?
Estar apegado a unas necesidades imaginarias que crees que te pueden hacer feliz es un error.
Necesitar cosas que realmente no necesitas es el error que hace que tu mente se obsesione con determinados pensamientos.
Si eres ese niño que llora desconsoladamente, porque quiere un caramelo, y papá no se lo da porque es hora de comer.
Necesitas soltar lo que no es.
Necesitas dejar de creer necesitar cosas, que en realidad, no necesitas para nada, para dejarte de obsesiones.
El niño llora por un caramelo, porque piensa que le hará feliz, pero tú y yo sabemos, que ese caramelo, no tiene nada que ver con su felicidad, pero el niño lo cree y por eso llora.
A ti te ocurre igual cuando tu mente crea en ti pensamientos intrusivos y sufres.
Es lo mismo que llorar por una piruleta, que en realidad no necesitas, pero que la mente te dice, que sí la necesitas.
Necesitas no hacer caso a la mente.
Sin embargo, para ello, necesitas no necesitar lo que en realidad no necesitas.
La mente te cuenta una historia, en la que es básico, para tu felicidad comerte esta piruleta, que tu padre no quiere darte porque si no no comerás.
Y lloras.
Te pasas la vida llorando por piruletas que en realidad no solo no necesitas, sino que te perjudican.
Y estas necesidades inventadas que crees importantes son las que hace que tu mente te origine pensamientos intrusivos con los que te obsesiones y no puedes evitar dejar de sufrirlos.
Pero tu mente te dice lo contrario y tú te la crees.
Cómo gestionar los pensamientos intrusivos negativos
Necesitas no hacer caso a la mente.
Pero para ello necesitas hacer un paso previo que es vivir de otra manera.
Es fácil decir, no hagas caso a la mente, sin embargo al hacerlo, tu mente genera el efecto contrario y aún harás más caso a tu mente.
La cosa necesita un paso previo.
Necesitas simplificar tu vida.
Necesitas necesitar menos cosas
Necesitas tomarte la vida más a la ligera.
Necesitas vivir más minimalista.
Necesitas darle menos importancia a las cosas, los hechos y a las circunstancias.
Y solo desde esta base, podrás engañar a la mente, así le dirás a la mente que esta cosa, no es importante para ti, y la mente no se obsesionará con ella.
La mente tratará a este hecho como algo «no relevante» y al hacerlo no te creará pensamientos intrusivos que te lleven a la obsesión.
Necesitas herramientas para focalizar tu atención en otro sitio que no sea la mente.
Hacerle creer a la mente que un hecho en concreto no es fundamental para tu vida es un recurso.
Ir al presente es otro recurso.
Necesitas tener objetivos claros para poder pasar a la acción en el presente.
Necesitas centrarte en propósitos y acciones y en soltar los resultados.
Hay que engañar a la mente.
La mente no es tu amiga
La mente no eres tú.
La mente debes gestionarla a tu favor, pero no te será fácil.
Para saber gestionarla, debes entenderla.
Tu mente te quiere vivo, no feliz.
Le da igual tu felicidad.
Si cree que algo es importante para ti, te mantendrá en este tema importante para que estés atento a él.
Debes aprender a jugar con la mente.
Entenderla para después jugar con ella.
La mente nunca jugará a tu favor a no ser que sepas dominarla y gestionarla tú.
La mente te dominará hasta que la domines tú.
Debes aprender.
Ejemplos:
La mente te lleva a los resultados y te dice lo malo que eres si fracasas y te dice lo cobarde que eres si no lo intentas y te dice lo cómodo que eres si no lo haces.
La mente siempre te contará historias que te frenarán y te harán sufrir.
Necesitas no hacerle caso.
Necesitas soltar los resultados de tus acciones.
Soltar los resultados y actuar en el presente.
Y después agradecer, sea cual sea el resultado obtenido.
La mente te contará aquí nuevas historias.
Si ganas te dirá que eres muy bueno y estarás contento si te la crees.
Si pierdes la mente, te dirá que eres un fracasado y estarás triste si te la crees.
Y por no oírla cuando fracasas, dejarás de pasar a la acción para no perder y no oírla decirte lo malo que eres, y, como no vas a perder, no vas a aprender, y como no vas a aprender, no vas a ganar y la mente después te dirá que eres un fracasado igual.
Estar en la mente, si no sabes gestionarla, te mantendrá en un bucle, en el que, hagas lo que hagas, te acabará frenando y destruyendo tu presente.
Primera lección para no creerse la mente.
Ocúpate en acciones hora a hora, que te lleven a objetivos a medio plazo, sin valorar los resultados de las acciones a corto plazo.
Ir al presente te aleja de la mente y de las historias que te cuenta.
Segunda lección
Necesita menos y tomate la vida más a la ligera.
Pensamientos intrusivos y la diversión
El poder de la diversión ante los pensamientos tristes
No te creas la mente, porque si lo haces vas a sufrir.
De acuerdo.
¿Cómo lo hago?
Primero.
Ve al presente.
De acuerdo.
Segundo.
Diviértete en este presente.
Divertirse significa no creer importante ni necesitar el 99 % de las cosas que crees importantes en tu vida.
Desapégate.
Eliminar pensamientos negativos divirtiéndote
Si no te diviertes, es porte te tomas demasiado en serio tu vida.
Si no te diviertes, la mente te dirá que había otros momentos mejores que este.
Y vas a sufrir.
Si no lo pasas bien en el presente, volverás a envolverte en las historias, que te cuenta la mente.
- Necesitas ir al presente y necesitas divertirte en el presente.
- Si no, no funciona.
- Necesitas tener la creencia absoluta de que todo está bien tal y como está.
- Necesitas creer que hay una inteligencia superior a la tuya que, aunque tú no comprendas, lo que está pasando, es lo que debe pasar para ti crecer y tener una buena vida.
- Necesitas pensar que todo lo que estás viviendo está bien que lo estés viviendo.
- Necesitas creer que nada, de todo lo que vives, lo necesitas realmente y que aunque no lo tuvieses serías igual de feliz.
Y ahora podrá llegar a la diversión.
Solo va a divertirte en todo, porque todo está bien como es.
Solo necesitas intentar hacer lo que quieras hacer y divertirte en el proceso da igual el resultado que sea.
Divertirte intentando hacer cosas que amas.
Que todo te divierta.
- Tus cagadas de niño pequeño.
- Los berrinches de niño pequeño de los demás.
- Tus errores, tus fracasos, tus rechazos, tus pérdidas.
El sufrimiento es solo mental y únicamente uno mismo, puede liberarse, si aprende a dejar de creerse las historias de su mente.
El dolor físico es bueno porque te hace más fuerte, ya que te avisa de algo que debes cuidar, es bueno, porque te frena en según qué actividades, es bueno porque eres humano, eres falible, imperfecto y ese dolor te hace más humilde y más humano todavía.
Que todo te divierta porque deberías creer que todo es un regalo y una broma y que no necesitas para nada, para tu poder ser feliz.
- Un rechazo es una broma.
- Un trabajo que pierdes es una broma.
- Una casa que pierdes es una broma.
- Dinero que pierdes es una broma
- Ser ignorado es una broma.
- Ser despreciado es una broma.
- Lo que no es una broma es morir de frío, de hambre o cáncer y, aun así, deberías tomártelo a broma, para que tu mente no te haga obsesionarte con ello y te cree pensamientos negativos que te harán sufrir más aún que el problema que ya tienes.
Pero el resto de las cosas que pueden pasarte a la vida necesitas relativizarlas más.
Todo me divierte.
- Vuélvete más loco.
- Como niño pequeño.
- Como un perrito.
- Como un millonario sin serlo.
Necesitas parecer un loco, para no hacerle caso a la mente cuando te está diciendo cosas locas, y cuando tu mente se dé cuenta de que no te importan estas cosas, (aunque si te importen), tu mente dejará de considerarlas un tema importante en tu vida y dejará de explicarte historias repetitivas para que te obsesiones con ellas.
Necesitas ser un monstruo para luchar con monstruos.
Tu mente es un monstruo.
Tú deberías ser más monstruo que la mente.
Engaña a tu mente.
Dile que tu vida no es importante y que nada te importa y tu mente te dejará en paz con pensamientos intrusivos que solo harán que te obsesiones y que amargues tu presente.
Tomate la vida como un juego.
Como una broma.
Busca la diversión en todo lo que vivas.
Todo es una broma.
- Mi vida.
- Mis logros.
- Mis fracasos.
- Mi dinero y mis deudas.
¿Quieres dejar de tener pensamientos intrusivos?
¿Quieres de sufrir de trastornos obsesivos?
Necesitarás amor propio.
Mucho.
Necesitarás trabajar la presencia plena.
Y necesitarás trabajar tu minimalismo emocional y darte cuenta de que cuantas menos cosas necesites, mejor podrás gestionar tu mente y más en disposición mental estarás para conseguir lo que tú quieras.
Nada mejor que tratarte bien que divertirte en la vida que vives.
Me divierto con la vida tal y como se presente con las herramientas que tengo.
Y como un milagro te darás cuenta de que lo que te tenga que pasar te pasará igual, te lo cojas de broma o muy en serio.
Pero, además, esta actitud te permitirá alcanzar nuevas metas, nuevas acciones, nuevas actitudes que te permitirán vivir una vida mucho mejor sin pensamientos intrusivos, sin obsesiones y sin sufrir.
Sufres los pensamientos intrusivos cuando te crees los pensamientos que tu mente genera.
Si los analizas bien, te darás cuenta fácilmente de que no son verdad, pero no puedes evitar tenerlos.
Debes aprender a gestionar tu mente.
Debes engañar a tu mente, pero antes debes entenderla.
Tu mente te quiere vivo no feliz y para ello quiere que el lo que es importante para ti lo tengas siempre presente en tu mente.
Quiere que te obsesiones con lo relevante para que no lo pierdas de vista.
Debes saber que cosas realmente quieres que tu mente te ayude a mantenerte alerta y en que cosas quieres que te deje en paz.
Y sobre la base de ello gestionar.
Cómo eliminar pensamientos negativos
Cómo desactivar los pensamientos intrusivos
Hay muchas maneras de hacerlo.
Te he explicado ya algunas.
Pero hay más.
No es lo que te ocurre lo que te hace sufrir.
No te hace sufrir que te hayan despedido del trabajo o que te haya dejado a tu pareja, o que te hayas equivocado en algo importante, o que no tengas dinero, o que seas feo, gordo, bajo o muy alto, lo que te hace sufrir.
No te hace sufrir nada de lo que te pasa, nada de lo que crees que te perjudica, te hace sufrir.
Lo que te hace sufrir es la historia que te cuenta tu mente, cuando tú te la crees.
«The work» de Byron Katie o como gestionar los pensamientos intrusivos de manera eficaz
Byron Katie es una mujer estadounidense que sufrió una depresión muy severa durante más de diez años y desde su sufrimiento creo un sistema propio para gestionar los pensamientos intrusivos que eran los causantes de su depresión.
Te haré un resumen de su técnica.
Debo decirte que es tremendamente eficaz.
Empecemos con algunas consideraciones preliminares del método «The work»
“Nadie más que tú puede darte la libertad
«Lo que es, es»
«Solo sufrimos cuando creemos un pensamiento que no está de acuerdo con lo que es.»
«Cuando la mente es perfectamente clara, lo que es, es lo que queremos”
Continuamos.
«Cada vez que queremos que las cosas sean diferentes a lo que son, sufriremos.»
«Todo el sufrimiento que sentimos se origina en nuestras discusiones con lo que es.»
«Una cosa es lo que ocurre y si me peleo o no con eso que ocurre, solo depende de mí.»
¿Qué te da más poder?
“Ojalá no hubiera perdido mi trabajo”
o
” Perdí mi trabajo, de acuerdo, es lo que ha pasado, pero, ¿Qué soluciones inteligentes puedo encontrar ahora mismo? “
¿Qué te da más poder?
“Ojalá no me hubiera dejado a mi pareja”
o
“Mi pareja me ha abandonado”, de acuerdo, es lo que ha pasado, pero ¿Cómo puedo aprender yo, a socializar mejor, a mejorar mis habilidades sociales y a actuar, para poder conocer alguna nueva posible pareja, que sea más compatible con quien realmente soy yo?
¿Qué te da más poder?
«Mi hijo me amarga la vida»
o
«Mi hijo me amarga la vida», de acuerdo, es lo que siento, pero ¿Qué puedo hacer yo, para que entre mi hijo y yo podamos comunicarnos mejor?
Que aprenderás con «The work»
Aprenderás a entender que lo que piensas que no debería haber sucedido, si debería haber sucedido y debería haber sucedido, porque así fue, y ningún pensamiento en el mundo puede cambiarlo.
¿Crees que discutir mentalmente con este hecho, te ayuda a ti en algo?
Pero para entender cómo puedes gestionar los pensamientos intrusivos, necesitas primero saber cómo funciona tu mente.
¿Qué son los pensamientos?
Los pensamientos son fruto de nuestra mente, nuestra mente, no puede parar de pensar y siempre está generando pensamientos, estos pensamientos no puedes controlarlos, pero sí puedes cuestionarlos y aquí está la clave de todo.
Tu mente genera de manera automática pensamientos:
- pensamientos positivos
- pensamientos negativos
- pensamientos intrusivos
- pensamientos rumiativos
- pensamientos obsesivos
- etc.
Los pensamientos que generan una emoción de sufrimiento, se debe a, que la creencia base que origina este pensamiento es falsa.
No solo es bueno que llegues a esta conclusión, sino que la sientas así desde tu más profundo ser, y solo así, es cuando podrás desactivar la creencia errónea que tenías, que servía de base, a esa emoción.
Entonces cuando aparezca ese pensamiento tú ya no le darás ni un ápice de importancia, lo tendrás igual, pero como ya sabes que es falso, pasará por tu mente, sin crearte sufrimiento.
El poder del pensamiento positivo
Tienes que entender lo siguiente y eso es básico, el cuerpo te avisa a través del dolor y del sufrimiento de que, algo no estás haciendo bien, que algo no es adecuado o que algo es falso, y estos avisos, si les haces caso, te permiten sobrevivir.
Algunos le llaman instinto, otros, intuiciones, pero en cualquier caso, el cuerpo te avisa cuando algo no lo estás gestionando bien para tu supervivencia.
Si acercas una mano al fuego, el mismo calor hará que tu cuerpo detenga el acercar esta mano a la llama.
La intuición te está avisando de un peligro y cuanto más te acerques al fuego, más dolor sentirás y hará que la retires rápidamente.
El cuerpo te está avisando, a través del dolor, que eso que haces, no deberías hacerlo, si quieres sobrevivir.
Pensamientos intrusivos y ansiedad
En el ámbito mental, el cuerpo funciona igualmente, cuando tú piensas algo que te hace sufrir, el cuerpo te está diciendo de alguna manera, que eso que piensas no lo estás pensando bien, te está avisando a través del sufrimiento, que esta creencia de base que genera ese pensamiento que te lleva a una emoción de sufrimiento no es cierta.
Es muy interesante entender esto, cada vez que tu cuerpo siente dolor o sufre emocionalmente te está avisando de qué o estás llevando a cabo una conducta errónea o estás pensando algo que no es cierto.
Pero la gracia no solo está en eso, la gracia es saber cómo hacer esto.
Cuando sabes que un pensamiento te hace sufrir, una vez comprendes que, posiblemente es un pensamiento falso, ¿qué hacer para saber realmente, que ese pensamiento es falso y así desactivar su poder dentro de tu mente?
Esto lo entendió perfectamente Byron Katie y elaboró un método sencillo y muy efectivo de cómo cuestionar los pensamientos que te hacían sufrir y poder desactivarlos.
Byron Katie ha desarrollado un método donde puedes, si lo haces bien, reprogramar tu mente y eliminar creencias erróneas y falsas que te hacen sufrir para introducir nuevas creencias que te mantengan libre y feliz.
La rumiación mental
¿Sabes que es verdad lo que piensas?
Recuerda que, si un pensamiento te hace sufrir, es que, en realidad esa creencia que sustenta ese pensamiento, que al mismo tiempo genera una emoción de sufrimiento, no es verdad.
Pero una cosa es saberlo y otra sentirlo.
Es por eso que debemos trabajar este pensamiento, cuestionarlo para sentir desde tu más íntimo ser que, no es verdad, y al saber que no es verdad, al igual que cuando te quitas una piedra de tu zapato, dejarás de sufrir al andar.
El pensamiento igual lo seguirás teniendo, pero como sabrás que no es verdad, dejarás de darle importancia, y al no darle importancia, al no creerlo, lo desactivarás de tu mente y tu mente dejará de mostrártelo como una obsesión y ya no hará daño, serán como esas nubes que pasan por el cielo, pasan y nada más.
Pensamientos obsesivos
Cada día pensamos así miles de veces:
Necesito que me ame, necesito que me trate bien, necesito ser más guapo o más rico o más joven, debería ponerse en mi sitio, necesito que me haga caso, necesito saber que soy especial, no debería haber hecho lo que ha hecho, debería ser así, quiero que me elija, necesito que no mire a nadie más, me pone muy nervioso.
Cada vez que queremos que las cosas sean distintas de lo que son, esta es, la causa de nuestro sufrimiento.
Si quieres saber cuál es la causa de tu sufrimiento, es que te estás peleando con lo que está pasando.
Algo pasa y te peleas con ella o no, y solo depende de ti.
La realidad te muestra lo que hay y tú te alineas con esa realidad o te enfrentas a ella.
Fluir con la corriente y disfrutar del viaje o ir en su contra y sufrirlo, en todos los casos quien decide que hacer es uno mismo.
Cómo eliminar los pensamientos negativos
Es hacerte cargo de tus pensamientos
Aceptar la realidad, fluir con la realidad, amar la realidad, no significa quedarse con los brazos cruzados.
Mi parte de responsabilidad es hacerme cargo de mis pensamientos, esta es mi parte, lo que el otro haga, lo que el otro piense, lo que el otro me quiera dar, como el otro me quiera tratar, lo que el otro haga o no haga para mí, esto es su asunto, esto es su historia, esto es su responsabilidad y yo voy a mirar mi causa de sufrimiento.
Yo debo darme cuenta de que, cada vez que me peleo con la realidad, esta es la causa por la que yo siento tristeza, rabia, miedo, ansiedad o decepción.
Pensamiento suicidas y similares.
Es necesario que indaguemos estos pensamientos que nos causan estrés emocional, con el objetivo de desactivar este pensamiento que, en realidad, es falso y una vez certificada su falsedad, yo asumiré mi responsabilidad si quiero quedarme o quiero irme.
Al creernos los pensamientos que nos hacen sufrir, nos desconectamos de nuestra naturaleza, nos desconectamos de esa parte nuestra que nos dice realmente que es lo que queremos en nuestra vida y debemos reconectar con ella para que esa parte nos muestre el camino a seguir.
Si no indago mis pensamientos, lo que me hace ir o quedarme, lo es el miedo o mi enfado, lo hago por la culpa o por la ira, estoy ciego y ciega y no me permite actuar de manera óptima ante la realidad.
Las personas intensas y emocionales, debemos trabajar por necesidad nuestros estados emocionales, porque nuestra tendencia será reaccionar cuando la realidad no se ajusta a nuestras expectativas y deseos, podemos estar centrados en las emociones y es realmente agotador.
La idea es, indagar en nuestros pensamientos que nos duelen, que nos estresan, no cuestionaremos nuestros pensamientos para justificar al otro, el otro hace lo que hace y es como es y ya está, pero yo tengo que mirar la causa de mi sufrimiento y esta es mi responsabilidad y la verdad es, que la causa de nuestro sufrimiento es cuando creemos que, las cosas deberían ser diferentes a lo que son.
Vemos qué pensamientos nos hacen sufrir y veremos cuáles son esos pensamientos que son diferentes de lo que es la realidad, es necesario investigarlos uno a uno.
Byron Katie, «The Work» y como gestionar los malos pensamientos
No creerse los pensamientos es no sufrir.
Estamos tan acostumbrados a sufrir y pensamos que sufrir es normal en el día a día.
Al relajar tu mente, experimentas paz.
Cuando te acostumbras a sufrir, cuando haces del hecho de sufrir un estilo de vida, entras en bucle y no sabes cómo salir, piensas algo que te hace sufrir, y de ahí vas a otro, y cada vez la bola se hace mayor y de ahí no sales, la mente suele vivirse así, tú acostumbras a vivir así y eres como un hámster dentro de su bola, en una carrera sin fin.
Con «The Work» no se trabaja con deducciones, ni con reflexiones ni con afirmaciones como “tengo falta de autoestima” sino con hechos muy concretos, este método te permite trabajar en hechos concretos, a través de los cuales, cuando desmontas el pensamiento de base, te permite modificar la creencia que lo sustenta.
«Amar lo que es» como base para desactivar la obsesión
Como se hace el trabajo con el método «The work»
Se trabaja con hechos muy concretos, «el otro día me ocurrió esto», aquí sí, aquí se puede trabajar.
Se analiza el pensamiento que te hace sufrir, te sumerges en este hecho, cierras los ojos, experimentas la situación, lo que sientes y a partir de ahí, deberás hacerte 4 preguntas y 3 inversiones y una vez respondidas se produce la magia.
Es una forma óptima para cambiar las creencias, que sustentan los pensamientos, que te hacen sufrir.
La clave es entender que, cualquier pensamiento que te hace sufrir, está basado en una creencia falsa, que es necesario desmontar.
El cuerpo es sabio, al igual que cuando acercas la mano a una llama, el cuerpo a través del dolor te avisa de que este no es el lugar donde poner la mano.
Del mismo modo, cuando sufres, el cuerpo te está avisando que esa creencia que sustenta ese pensamiento que te hace sufrir, es falso también.
El cuerpo te está avisando a través de la intuición, a través del instinto, de que esa creencia que te hace sufrir, es falsa, pero hay que mostrarla a la luz, hay que cuestionarla, hay que entender y sentir su falsedad.
Solo después se puede activar esta nueva creencia que hará que tu mente re relaje y deje de mostrarte estos pensamientos intrusivos obsesivos que te sumergen en la depresión o la ansiedad.
Pensamientos invasivos
No podemos salir de nuestros bucles mentales porque hacemos reflexiones y, en lugar de ir al meollo de la cuestión y cuestionar ese pensamiento, que es falso, porque si fuera un pensamiento cierto, no sufrirías.
Es tener claro que, sufres porque te falta sabiduría, no es una cuestión de lo que te ocurre, es que solo te falta la sabiduría para creerte solo pensamientos que sí son verdad.
Te crees historias que evitan que disfrutes de la vida y si una relación de pareja es un no, es un no y ya está, en realidad, no es ningún problema, el problema es cuando una relación es un no, y deberías soltarla y tú te empeñas en que sea un sí y te peleas con la realidad y sufres.
En el fondo es siempre lo mismo, tú quieres que alguien te ame, que alguien te valore, que alguien te reconozca, que alguien te compre, que alguien te haga caso, que alguien haga algo que tú quieres que haga y no lo hace.
Y tú sufres porque quieres algo que no es.
Aquí está el tema, y este es un pensamiento totalmente falso y erróneo, y lo sabemos, el problema es que no sabemos cómo hacer que ese pensamiento falso nos deje de hacer sufrir, porque es necesario que no solo lo entiendas, sino que lo sientas a un nivel más profundo, a un nivel donde están las creencias que los sustentan, y por eso debes sentirlo y a través de «The Work» es posible.
Las obsesiones se basan en pensamientos falsos que debes cuestionar.
Hay que cambiar a un nivel muy profundo la creencia, «necesito que tú hagas algo que yo necesito que hagas» por «en realidad yo no necesito que hagas nada que no quieras hacer desde tu libertad».
«Lo único que quiero es ser libre, y al sentirme libre, permitiré y querré e impulsaré que el otro también lo sea y esto es lo que yo quiero realmente»
«The Work» Te permite entenderlo y sentirlo.
«The Work» te permite darte cuenta de que, desde la libertad, encontrarás y vivirás experiencias increíbles.
«The Work» te permite ser consciente de que hay mucho que disfrutar, mucho que compartir.
«The Work» te permite experimentar que nunca los demás, harán lo que tú quieres, pero si puedes vivir experiencias geniales, con muchas personas, que quieren lo mismo que tú.
Los pensamientos obsesivos desaparecen: La finalidad de «The Work»
Indagamos los pensamientos que nos estresan, esos pensamientos que damos por supuesto que son normales.
Pensamientos distorsionados
Hasta que no te das cuenta de que estos pensamientos son lo que te hacen sufrir, hasta que te das cuenta de que, lo que duele es luchar contra la realidad.
Te das cuenta de que, la realidad no solo es más amable de la que tú crees, sino que la empiezas a abrazar.
Una vez dejas de luchar contra la realidad, una vez la aceptas, una vez la quieres, una vez sientes que no quieres otra cosa que la realidad, una vez entiendes que no tiene por qué ser diferente a lo que es para tu poder ser plenamente feliz.
Te das cuenta de que, en vez de ocuparte de ti, lo que estabas haciendo era ocuparte de lo que el otro debería hacer.
Te cabreas, te enfadas y cómo la culpa acompaña a la ira, vas entrando en un bucle sin fin y sigues sin ocuparte de lo que te pasa a ti realmente.
Atreverte a escuchar realmente lo que quieres, lo que deseas, atreverte a pedir lo que quieres o poner límites, es el inicio del proceso, porque si uno tiene derecho a poner límites y a pedir lo que necesita, debería saber también desde dónde lo hace.
Darte cuenta cuál es la verdadera causa de tu sufrimiento cuando la realidad no es como tú quieres, es darte cuenta de que, lo que el otro hace no importa, lo que importa es la etiqueta que pongo yo a esto que hace, la interpretación que le doy yo a lo que hace el otro, lo que hago yo cuando esa realidad que no quiero me golpea.
Debo ocuparme de mis asuntos para no darle todo el poder al otro, dar el poder al otro es beber veneno, si das el poder al otro no hay opción de nada, solo sufrir.
Es hora de ocuparte de tus asuntos y de permitir que el otro se ocupe de los suyos, es hora de asumir tu responsabilidad de vida, es hora de ver tus pensamientos y darte cuenta por qué estás sufriendo en realidad.
Es hora de darte paz y ver después cómo gestiono la realidad que es.
Tengo que ocuparme de mi paz porque nadie más que tú te la puedes dar.
Los pensamientos intrusivos y la interpretación de la realidad
Debo invertir la interpretación que hago de la realidad para hacer de ella mi aliada y no mi enemiga.
Es navegar a favor del viento y no en su contra.
Cuando sufres estás haciendo esto, navegar contra el viento.
Qué diferente es la realidad cuando dejas de luchar con la realidad.
¿Hace viento? Odio el viento.
¿Hace viento? Me encanta el viento, quiero que haga viento.
¿Qué puedo hacer yo con el viento para que hoy sea un buen día para mí?
Es necesario invertir la realidad que me estoy contando hacia mí, hacia el otro y lo opuesto.
- ¿Hace viento? Odio el viento
- ¿Hace viento? Me odio a mí, porque odio mi incapacidad para disfrutar del viento.
- ¿Hace viento? Odio la vida porque no comprendo las bondades del viento
- ¿Hace viento? Amo el viento, ¡Quiero viento! Deseo el viento.
- ¿Hace viento? ¿Qué puedo hacer yo con el viento?
Otro pensamiento erróneo a cuestionar:
- Necesito que el otro me ame.
- Necesito quererme (lo que me duele es mi propio abandono).
- Necesito amarle para comprender que es libre y que tampoco puede escoger que sentir.
- No necesito que el otro me ame porque yo puedo ser feliz sin eso, mi felicidad es cosa mía.
- No necesito que el otro me ame (porque esa es la realidad, no necesito algo que no está pasando porque no está pasando, y lo que es, es lo único que existe, y eso que yo quiero no es real.
¿Dónde vives?
Allí en el mundo de tus deseos y expectativas o aquí, en el mundo de la libertad y la autenticidad.
Y aquí es lo único que existe, ¿cómo puedo necesitar otra cosa de lo que hay?
Y desde aquí puedes ir a mil sitios mejores, pero aquí y ahora las cosas son como son, y nos peleamos todos en este dilema.
Hay que despertar a la realidad.
Lo que duele es el trato que yo me doy, mientras espero que tú me des la paz, que yo no soy capaz de darme, y el trato que te doy y mientras me estoy abandonando, también te rechazo a ti.
Esta es la causa del sufrimiento.
En las inversiones hay que ser muy riguroso.
No debe hacerse en el ámbito mental, no se pueden pasar a las inversiones si antes no investigamos el pensamiento.
Eliminar pensamientos negativos obsesivos con «The work»
No estamos condenados a sufrir.
Me ayudo a darme permiso a vivir y a no protegerme.
Si fracaso, me rechazan, me equivoco o sufro una pérdida, (que es lo normal si quieres vivir una vida auténtica), siempre puedo curarme a través del «The Work».
La vida es enamorarse y desenamorarse, emprender cosas nuevas y equivocarse, mostrarse tal como uno es y ser rechazado, esto es la vida.
Porque al lado del desenamoramiento, del fracaso y del rechazo hay también todo lo que hace que la vida valga la piensa ser vivida.
¿Quieres perder todo esto, simplemente porque no te sabes curar tú solo, una vez te has caído, al haber arriesgado a vivir una vida mejor?
Ensuciarse es vivir, dañarse es vivir, y aprender a curarse es permitir tener una buena vida.
Cómo eliminar los pensamientos intrusivos con Byron Katie, «The Work»
«The Work» te permite curarte tú solito, cada vez que te duela el intentar vivir una buena vida.
Porque si me caigo, después me puedo ocupar, y curarme, y si no sé qué hay herramientas para curarme, mi mente pensará que es mejor protegerse y no arriesgarse, en cambio, si tengo herramientas puedo arriesgarme a vivir, arriesgarme a perder y levantarme de nuevo para seguir viviendo, esto es la vida.
Miremos siempre la realidad, ¿el otro te responde o no?
No debes desprenderte de nada, sino comprender lo que está pasando, lo que te hace sufrir, no es que el otro te diga que no quiere verte, lo que te hace sufrir es que no te acompañes a ti en este proceso, y que no te pelees contra el otro.
No nos ocupamos de lo que hacemos en estas situaciones, no nos ocupamos de lo que es nuestro asunto y nuestra responsabilidad y nos pasamos a vida en los asuntos de los demás y en los asuntos de la vida y mientras hacemos esto nos dejamos totalmente desprotegidos a nosotros mismos.
Desactivar pensamientos negativos obsesivos es posible si sabes cómo
La realidad es neutra.
Pensar bien es sentir esto.
Pensar bien es, que haces tú con esta realidad neutra, para ser cada día una mejor versión de ti y para tener cada día más paz.
Vivir esto, no es pensar así, es vivir así.
Cómo eliminar los pensamientos intrusivos con «The work»
Si quieres vivir una buena vida, aprende a crear rutinas de pensamiento correctas
¿Cuántas conexiones te pierdes por una primera mala impresión?
¿Cuántas conexiones te pierdes porque el primer día no conectáis y no persistes?
¿Cuántas conexiones te pierdes por las historias que te cuentas?
¿Cuántas conexiones para compartir te pierdes, por las historias que te cuentas y generas en ti, miedo?
¿Cuántas cosas nos perdemos en la vida por miedo…?
Tener miedo es humano, no es fácil vivir, somos imperfectos y la vida es como es, pero en vez de luchar contra ella deberíamos aceptarla como es y ocuparnos en qué hacer nosotros con esa vida que es.
¿Qué es lo que es?
¿Amo lo que es o me peleo con lo que es?
¿Qué es lo que puedo hacer con lo que es?
Es raro encontrar a una persona que no tenga miedo, pero el miedo está precisamente aquí, para luchar contra él, porque si atraviesas ese miedo está una buena vida que te perderás, por ese miedo ficticio, por esta historia que te cuentas falsa e irreal.
Si quieres vivir una buena vida, aprende a vivir.
Pensamientos intrusivos, ejemplos
Vamos a hacer un caso práctico
Lo primero debemos identificar un pensamiento que te haga sufrir y sumergirse en un caso concreto, donde este pensamiento, se manifieste.
Hay muchos tipos de pensamientos que nos hacen sufrir, por ejemplo, aquí tienes una muestra, pero este tipo de ejercicio, es para que tú lo hagas de forma habitual en todos aquellos casos, donde tú te des cuenta, de que estás sufriendo y que este pensamiento amarga tu día a día.
La vida es precisamente vivir, y una buena vida es emprender cosas nuevas, es pasar por caminos desconocidos y relacionarte con personas que no conoces y es en ese transitar, donde te sorprenderán situaciones que te harán sufrir.
La solución no es dejarlas de hacer, la solución no es dejar de vivir, la solución es vivir, es arriesgarte a vivir la vida que quieres vivir y cuando tropieces, cuando te caigas, cuando la líes, cuando te hagan daño, sepas qué hacer para curar tus heridas, salir de ellas más fuerte, más sabio y seguir viviendo una vida apasionante y rica, el método de Byron lo permite.
Pensamientos muy habituales son los siguientes:
1-Necesito que me ame, que le guste, que me apruebe, que me reconozca…
2-La persona X me amarga la vida.
3-Soy un fracaso.
Siempre tenemos que partir de un caso concreto, y meternos en la situación, imbuirnos de la situación en la que viviste esa sensación de sufrimiento, deja que tu mente te muestre una persona, con quien has experimentado esa sensación, deja que tu mente seleccione una situación muy concreta y sumérgete en ella, como si estuvieses ahora experimentando este sufrimiento.
Necesito que me ame, lo que más deseo es que me ame y no lo hace y sufro, deja que tu mente te muestre a esa persona que tanto te hace sufrir.
Ahora sigue conectado a este pensamiento, ¿cómo fue su actitud?
Y siente este pensamiento, tienes que verte en un lugar donde lo experimentaste, experimenta los detalles, que dice, dónde estás, que sientes, deja que tu mente te muestre esta situación y abre los ojos.
Debemos trabajar de manera específica, en un caso concreto, si generalizamos, si trabajamos con conceptos, el método no funciona, recuerda que no se trata de saber, sino de sentir, vamos a un nivel más profundo, no nos quedamos en la mente, sino en el ser.
Tienes que saber que el tiempo no cura las cosas, adormece las emociones, pero curar no lo hace, a menos que mires tu dolor y sientas que la causa de tu dolor no existe.
Tenemos que volver a la situación, en la que apareció todo este dolor, para poder reparar esa experiencia que te marcó a fuego.
Gestionar pensamientos intrusivos:
Analizaremos este pensamiento:
Necesito que me ame para yo, poder ser feliz.
Primera pregunta:
¿Es verdad?
Hay que responder sí o no.
Si es no, sigue con la pregunta 3.
¿Es verdad que necesitas que te ame para ser tu feliz?
¿Qué pensamiento te hace sufrir? Cierra los ojos y sitúate en tu situación.
Necesitaba que me quisiera.
Me pidió hablar conmigo y me dijo que no me amaba y que me dejaba.
Yo le pido que me ame porque necesito que me ame.
Cierra los ojos, nota el lugar donde te lo dices, siente esto, ponte allí, necesitas que te ame.
Recuerda que es necesario responder a esta pregunta desde una situación concreta, no se pueden trabajar los pensamientos desde un hecho general, es necesario encontrar una situación real, una situación que has vivido y sufrido y en ella centrarse totalmente.
Segunda pregunta:
¿Tienes la absoluta certeza de que es verdad?
¿Puedes saber que es verdad con absoluta certeza? (Sí o no)
¿Tienes la absoluta certeza de que necesitas que te ame para ser tu feliz?
Nota cómo te sientes, sitúate en el lugar cuando te dijo que ya no te quiere
Tengo la voz entrecortada, tengo ganas de llorar.
¿Qué ocurre en tu cuerpo físico?
Me siento insegura, siento miedo.
Mira dónde viaja tu mente, ¿qué crees que va a pasar?
Creo que me voy a perder, me siento pequeña.
Nota el efecto al ver estas imágenes.
Me siento poca cosa, me siento vacía.
Nota cómo te ves, que te dices, ¿cómo te tratas?
Me enfado por sentirme así, y me enfado por estar con esa persona, que me demuestra que no me quiere, noto que no me quiero, que no me valoro.
Nota dónde pones al otro.
Lo juzgo, siento rabia y odio hacia el otro.
Tercera pregunta:
¿Cómo reaccionas?
¿Qué ocurre, cuando te crees en este pensamiento?
Escucha tu voz, cuando te dices en un momento concreto que ya no te quiere, y siente, ¿que sientes en estos momentos? Siente lo que aflora, ¿que sientes?
Siento pánico, siento miedo de no saber más de él, me siento una niña pequeña y desvalida, tiemblo, me cuesta respirar, siento taquicardia, se me seca la boca, quiero levantarme e irme, quiero huir, es muy doloroso sentir que ya no me quiere quien yo quiero.
La idea es hacerte preguntas para qué te sumerjas en esa creencia.
¿Qué sientes dentro de ti cuando el otro te dice que ya no te ama y tú crees firmemente que si no te ama, tú ya no podrás ser feliz?
¿Cómo reaccionas?
Me quedo sin palabras, me siento muy pequeña y con mi actitud desvalida le estoy implorando que me ame, para mí es un dios, creo que es muy superior a mí, creo que no estoy a su altura, creo es inalcanzable, necesito que me ame.
¿Qué te dices a ti?
Me digo que no sé hacerlo bien para que él sea feliz, me culpo, me desprecio, me juzgo, me infravaloro, creo que no encontraré a nadie como él.
Me digo que no valgo lo suficiente, que no soy suficiente mujer para él.
¿Qué sientes ahora de verdad?
Pero ahora me doy cuenta de que soy yo quien me lo digo, él no me lo dice.
Me doy cuenta de, que mi mente viaja hacia el futuro, si no me ama quién me amará?, si él no me ama, no me amará nadie, se me acaba el mundo sin él, siento pánico y desesperación.
Cuando lo miras, ¿qué es lo que te hace sentir ese pensamiento?
No estoy en mi asunto, estoy en el suyo, es como que me he borrado a mí misma, estoy enfocada en lo que quiero que haga el otro, me estoy desocupando de mí, he abandonado todo mi poder, me siento incapaz de asumir la respuesta.
Me abandono a mí, asumo debilidad en mi vida y dejo todo el poder de mi vida en otra persona.
Me doy cuenta de que mi historia, la historia que me estoy contando, la historia que quiero, es la historia que necesito que me ame para poder ser yo feliz.
¿Cómo te sientes el tuyo en ese momento?
Escucho sus palabras y me desespero, me hundo en la más absoluta de las oscuridades, realmente tengo la absoluta certeza de que si él no me quiere, nunca más podré ser feliz.
Cuarta pregunta:
¿Quién serías tú sin ese pensamiento?
¿Cómo te sentirías sin el pensamiento que necesitas que el otro te quiera para ser feliz?
Aquí debemos seguir indagando en lo que tú sientes en una situación concreta.
Tienes que sumergirte en una situación real, en la que el otro te dice, que ya no te ama, donde tú sientas exactamente lo que sentiste en ese momento, tienes que viajar a ese momento y rememorarlo.
¡Nota tu respiración, y sitúate en ese mismo momento, pero sin ese pensamiento: Si no me ama, nunca podré ser feliz.
Me siento bien, comprendo que el amor es libertad, comprendo que el otro tiene derecho a sentir lo que siente, entiendo incluso que nadie debe forzar lo que no siente, comprendo que lo que uno siente tampoco se puede escoger.
Valoro todo lo que tengo y también entiendo que no necesito a nadie para ser feliz, entiendo que he exagerado el problema si lo comparo con los problemas reales del mundo, entiendo que yo lo tengo todo en mí para ser feliz.
Entiendo que solo necesito la comida y el agua del día para ser feliz y que el resto son auténticas nimiedades, entiendo que en el fondo, tener o no pareja es una nimiedad y además absolutamente innecesaria por mi felicidad real.
Veo que tengo mucha más fuerza y poder de lo que pensaba, siento que nada me impide ser plenamente feliz por mí misma sin pareja o con otra pareja, sé que hay muchas personas que han perdido a una pareja y han sido muy felices con otra.
Sé que mucha gente que no tiene pareja es feliz sin ella, la verdad es que mucha gente que vive sin pareja es muy feliz y mucha gente que tenía una pareja y la perdió, ahora es más feliz con otra pareja mejor.
Conecto con el amor que siento por él y me permite ser generosa, porque ahora también me pongo en su sitio y sé que él también está sufriendo y que debe ser auténtico con lo que siente.
Sé que no debe fingir y sé que uno siente lo que siente y no puede evitar sentir lo que siente, sé que no debe forzarse a sentir otra cosa y también agradezco su sinceridad, esa sinceridad me permite hacer frente a la realidad y a partir de ella poder construir una buena vida real y auténtica para mí.
Sin ese pensamiento estaría más tranquilo.
La realidad es que sufro cuando el otro me dice que ya no me quiere.
¿Pero cómo sería esta la realidad sin tener ese pensamiento «necesito que él me ame»?
Ahora me doy cuenta de que debería trabajar más en mi vida, ahora me doy cuenta de que soy muy dependiente del exterior.
Ahora me doy cuenta de que estoy en manos de otras personas y esto me hace débil, si tuviera el control de mi vida, si tuviera la felicidad de mi vida en mis manos, me sentiría más fuerte.
Ahora me doy cuenta de que necesito trabajarme más, aceptarme más, valorarme más, creer más en mí, mejorar la relación que tengo conmigo, ahora veo que necesito aprender más.
¿Cómo sería ese camino para tu vida sin ese pensamiento «necesito que él me ame»?
Cuando noto ese vacío, es en realidad miedo a asumir la responsabilidad sobre mi vida.
Es en realidad miedo a sentirme incapaz de crear relaciones con nuevas personas que sean buenas para mí, esa tristeza que siento es sentirme incapaz de hacerme cargo de mi vida.
Mírate en tu vida sabiendo que esas imágenes que ves, esta historia que te cuentas no son reales, ¿cómo sería vivir tu vida sin contarte esta historia «necesito que me ame para poder ser feliz»?
Ahora me doy cuenta de que esta misma realidad cuando pongo en duda mi pensamiento, veo que la realidad es mucho más amable, siento que ya no estoy desesperada.
Me estoy dando cuenta de que no es el hecho de que el otro me diga que no me ama lo que me hace sufrir, sino mi incapacidad para hacerme cargo de mi vida.
Mi incapacidad para aprender a manejar mi vida en soledad.
Mi incapacidad para saber crear nuevas relaciones más ricas y más sanas, mi incapacidad para vivir por mí mismo.
Después de las cuatro preguntas debo hacer las tres inversiones
Invierte el pensamiento y después encuentra tres ejemplos específicos y genuinos que demuestren cómo esta inversión es verdad para ti en esta situación.
Primera inversión: (hacia mí).
De «necesito que me ame para ser feliz» invierto a «necesito quererme para ser feliz».
«Necesito quererme para ser feliz”.
Necesito cuidarme, necesito apagar esos pensamientos tóxicos que me desconectan de mis capacidades.
Me creo mi película sobre lo que me estoy diciendo, cuando lo que me está diciendo, en realidad, en nada afecta a mi felicidad.
Es más, sí que me afecta, pero es para bien, lo que me está diciendo es su verdad, lo que me está diciendo es lo que siente, lo que me está diciendo es que no es feliz conmigo, esa es la realidad.
Y la realidad es que yo nunca podría ser feliz con alguien que no es feliz conmigo, porque me acabaría contagiando su infelicidad y al final los dos estaríamos mal.
El problema no es que el otro ya no me ame, ¿el problema es, cómo yo puedo amarme en estos momentos de cambios?
¿Qué puedo hacer yo frente a esta realidad?
Ahora sé cuál es mi realidad, él no me quiere, pero en vez de querer luchar contra esta realidad, que es la que es, que no puedo cambiarla, que es la verdad del otro, que el otro tampoco puede cambiarla sin alterar su esencia y su forma de ser.
El problema real no es que ya no me quiere, el problema real que me hace sufrir es que no acepto la realidad y quiero luchar contra ella, el problema real es que no estoy amando lo que es, el problema real es que estoy luchando contra la realidad y es por esta razón y no porque el otro ya no me quiere, que estoy sufriendo.
Si amas lo que es, dejarías de luchar contra la realidad y la empezarías a amar.
No es que tenga que estar contenta porque el otro ya no me ama, pero cuando ha pasado, ¿de verdad ayuda a discutir mentalmente con esto?
Ahora sé que no tiene ningún sentido, y, sin embargo, lo hacemos porque no sabemos cómo dejar de hacerlo.
Discutir con la realidad duele, ahora lo sé, porque cuando lo hago siento tensión y frustración y no me siento natural ni equilibrado.
A partir de ahí decido que puedo hacer yo partiendo de esta realidad, que él no me quiere, y ahora me doy cuenta de que tengo infinitas posibilidades de hacer con ello una vida mejor para mí.
Si me quiero a mí, no necesito que el otro me ame para ser feliz.
Vale que me gustaría que me quisiera, pero ahora sé que ya no lo necesito para yo estar bien.
Primero, porque yo sabré darme lo que necesito.
Segundo, porque sabré encontrar a otras personas con las que podré, si quiero tener una mejor relación.
Y además ahora sé, que solo puedes amar si te amas a ti primero.
Y amarte empieza por saber hacerte cargo de tu vida por ti misma.
Ahora me doy cuenta de que solo puedes amar si no necesitas a nadie que te ame, porque si lo necesitas, forzarás al otro con la pena y la culpa y acabarás convirtiendo lo que crees que es amor, en una cárcel para los dos.
Al quererme, supero la situación y supero el victimismo y, en vez, de dejar todo en manos del otro.
En vez de dejar al otro el papel de verdugo o de salvador de mi vida, asumo la responsabilidad de mi vida por mí mismo y me digo, ¿cómo puedo amarme en ese momento?
¿Qué significa para mí quererme en este momento?
Es pararme y darme cuenta de que, no me caigo, que no me perderé, es darme cuenta de que puedo acompañarme, con una mente clara puedo darme lo que necesito en este momento, sin pelearme con la realidad.
Segunda inversión (hacia el otro).
De «necesito que me ame para ser yo feliz» invierto en «necesito amarle para poder ser yo feliz».
Si le quiero, lo comprendo, si lo quiero, quiero que sea feliz y si no es feliz amándome, lo que yo quiero es que no me ame y así pueda ser feliz.
Si le quiero no le culpo.
Si lo quiero, (en la anterior inversión) no le culpo, simplemente acepto lo que es, quiero lo que es, quiero lo que es y si lo que es, es que no me quiere, veré que puedo hacer con esto para poder ser plenamente feliz, para no culparle, para no usarlo como excusa para evitar que yo haga mi trabajo, para que yo asuma la responsabilidad de mi vida.
Para que yo entienda y comprenda que la responsabilidad de hacerme feliz es solo mía y que la responsabilidad del otro es hacerse feliz a él, si yo no le facilito esto, no le estoy amando a él ni me estoy amando a mí.
Necesito aceptar que no debe darme la mano, necesito quererle, porque si no lo hago, no podré apoyarme en mí y poder dejar que el otro sea una muleta para mí y yo un peso para el otro.
Si le quiero y no lo culpo, si me quiero y no me culpo, entiendo que ni yo ni él podemos escoger lo que sentimos, lo que queremos, lo que somos.
Si le quiero, si quiero y no culpo a nadie, puedo comprender que no podemos escoger por quien nos podemos sentir nutridos, por quien nos sentimos atraídos y dónde podemos estar bien y dónde no.
Si le quiero y no lo culpo, si me quiero y no me culpo, entiendo que la realidad es la que es y que está bien que así sea.
Porque ahora entiendo que la vida siempre nos da lo que necesitamos para poder aprender y evolucionar, y ahora si la vida, si la realidad, nos ofrece esta experiencia, es una experiencia que deberíamos abrazar, agradecer y aprender de ella.
Si esta realidad nos hace sufrir, aprender a no sufrir, aprender a aceptarla y a darte cuenta qué carencias tienes tú, para aprovecharla, para hacer de tu vida una vida mejor.
Con el tiempo, te das cuenta, de que cuando esa persona te dijo que ya no te amaba, te permitió avanzar en tu vida.
Te permitió aprender más de ti, te permitió adquirir nuevas habilidades y aprendizajes y, a través de ellos, te ha permitido vivir una mejor vida, que si te hubieras quedado en una relación triste, falsa y vacía.
Tercera inversión (lo contrario).
De «necesito que me ame por yo poder ser feliz», invierto a «no necesito que me ame para poder ser yo feliz».
No necesito que me ame para poder ser feliz,
No necesito que me quiera para poder ser feliz, porque para ser feliz ya me tengo a mí, esa es mi responsabilidad.
Yo voy por la vida desde mi abundancia.
Yo doy y quiero a cambio de nada, por el placer de amar.
Yo entro en las vidas ajenas a sumar, a potenciar en los demás su esencia, a dar alegría y buenas sensaciones, sin esperar nada a cambio.
Esta es mi manera de vivir.
Lo único que quiero, es que el otro mejore su vida gracias a la mía, solo quiero al otro libre para ser, para sentir y para hacer aquello para lo que realmente ha sido llamado a ser.
No necesito que alguna persona en concreto me ame para ser feliz, porque también sé que no puedo conectar con todo el mundo.
Ahora sé que la vida es un cambio permanente, ahora sé que la vida es lo que es y esto es lo que quiero.
Amo lo que es.
Y si alguien me dice que no me quiere, es bueno que así sea, porque permitirá al otro, liberarse de una relación que no le suma a su vida y me permitirá a mí, salir de una relación que tampoco sería buena para mí, si yo no sumo en la vida del otro.
Es más, yo no quiero estar en la vida de alguien que no le sume ni lo potencie.
Va en realidad en contra de mis principios básicos de vida, no quiero ser un lastre ni pesar, ni condicionar la vida de nadie, porque tengo suficiente conmigo, si me tengo a mí, sé que es suficiente para poder ser plenamente feliz.
No necesito que alguna persona en concreto me quiera para poder ser feliz.
Ahora sé, que las únicas relaciones que funcionan, son aquellas en las que ambos se sienten nutridos desde la autenticidad mutua y que esto no es fruto de la voluntad de nadie, sino de la esencia de ambos.
Nada puedo hacer yo para que alguien me guste o me deje de gustar, la intuición y la esencia es la que manda, nada puede hacer ni debería hacer la razón.
Lo que sí podemos hacer, es alejarnos de dónde no nos sentimos bien, de la misma manera que hay alimentos que son buenos para otros, pero para nosotros no nos sientan bien.
Con las relaciones ocurre lo mismo, incluso ocurre que, antes había alimentos que te gustaban y te sentaban bien, y ahora no.
Es entender el hecho del fluir de la vida y dejar de comer aquellos alimentos que ya no te nutren, que ya no te alimentan, que ya no digieres bien o que simplemente ya no te apetece comer.
Lo mismo ocurre con las relaciones y nada puedes hacer, simplemente dejar de comer e investigar otros alimentos que sí te son nutritivos y buenos para tu cuerpo actual.
Ahora sé, que el problema no es que algún alimento te deje de apetecer o de sentar bien en mi cuerpo, sino que, de lo que se trata es, de encontrar otros alimentos que sí armonizan con lo que eres aquí y ahora.
Este es el camino, dejar alimentos que no te nutren ni te sientan bien y ser capaz de encontrar otros alimentos que sí te nutran.
No necesito que me ame para poder ser feliz, más aún, no solo no necesito que me ame para poder ser feliz, sino que no quiero que me ame si no quiere amarme o no me puede amar ya.
El otro me dice que ya no me quiere, pero yo no necesito que me ame, si no quiere o no puede, más aún, necesito que no me ame porque yo no quiero que me amen así.
Si me dice que ya no está enamorado de mí, ¡no es ningún problema!
Solo puedo desearle mucha suerte y decirle adiós desde mi paz y felicidad de la que nunca nada ni nadie será ya capaz de robármela.
Yo quiero a alguien que quiera estar conmigo, yo no quiero estar con alguien que no quiere estar conmigo, esto no lo quiero ni por mí ni por nadie, es por eso que no solo no necesito que me ame, sino que necesito que no me ame, necesito que se vaya, necesito que haga su vida y siga su camino y así yo podré continuar con el mío.
Yo no quiero a nadie que no quiera estar conmigo, por eso, está bien lo que está pasando, porque me hace ver lo que yo quiero para mí, yo quiero una relación libre, auténtica y que sea real, y eso que me dice, me permite detenerme y salir de una relación que no era real, yo quiero una relación real y esto no lo era.
El hecho de poder salir lo antes posible de una relación que no es real ni auténtica me permitirá la posibilidad de reencontrar o iniciar relaciones que sí sean reales, auténticas y nutritivas.
Ahora soy yo quien te contesto a tú “ya no te quiero”, por un “que bien que ya no estés enamorado de mí” ¿cómo lo gestionamos? ¿Explícame?
¿Qué hacemos ahora?
¿Cómo quieres que acabemos con esa relación que no es verdad, para que los dos podamos continuar con una vida real, cierta y feliz?
Una mente clara no se engancha a un pasado ni recuerda y lamenta lo que no ha sido, lo que no es.
Todo el sufrimiento viene de luchar contra la realidad, viene de no amar lo que es, viene de creer unos pensamientos que son falsos.
Todo está en tu memoria.
Todo está en las historias que te estás contando que no son ciertas.
Hasta que no desmontas esa falsedad y te das cuenta de que sufres por un pensamiento que no es verdad, tu mente creía que necesitas que te ame para ti poder ser feliz.
Pero hasta que de verdad puedas decir, qué bien, gracias por ser honesto, por decirme que no estás enamorado de mí, que bien, yo no quiero a alguien así en mi vida, genial que me lo digas, ahora quiero que te vayas y yo seguiré siendo feliz con mi vida, y seguiré haciendo cosas para hacer de mi vida, un lugar de paz, felicidad y autenticidad.
No hay necesidad de sufrir aquí.
Ahora cuando has cuestionado ese pensamiento que tanto te hacía sufrir y has visto que no era cierto, te das cuenta por fin de que este hecho no debe causarte ningún sufrimiento.
No estoy creyendo el pensamiento «que tú me debes amar por yo poder ser feliz».
Yo me ocupo de mis pensamientos y gestiono y me ocupo, sin paralizarme por lo que no es, me ocupo, yo no quiero que me ames si tú no me quieres, yo no quiero estar con alguien que no me ama.
Si no me creo que yo quiero que me ame y lo cambio por el yo no quiero que se quede si no me ama, no hay sufrimiento.
Dejas el pasado, dejas lo que no es y te ocupas en continuar con tu vida y crear en ella cosas buenas.
Incluso otras relaciones que sí te quieran, actuar de esta manera evita que te quedes en tu cueva lamiéndote las heridas de lo que no es.
Aprendes a vivir, aprendes a perder, aprendes a soltar lo que no es para ti, aprendes a levantarte de nuevo y te permite seguir arriesgando y viviendo nuevas experiencias.
No necesito que me ame, lo que en realidad necesito es que no me ame si no me ama.
Otros pensamientos intrusivos típicos que te hacen sufrir y que son igualmente falsos cuando los cuestionas.
1-Necesito que él/ella sea feliz para poder ser yo feliz.
Primera Inversión:
Necesito ser feliz por mí mismo, da igual lo que ella decida hacer con su vida.
Soy un dependiente emocional, dependo de lo que haga otro para poder ser yo feliz, estoy en los asuntos del otro y no me ocupo de mis asuntos, nadie lo hace si no lo hago yo, aprender a ser feliz por ti mismo sin depender de lo que hagan los demás es el reto y la lección que debes aprender, amarte, priorizarte, centrarte en ti, decir no, etc.
Segunda Inversión:
Necesito dejar que él/ella se haga cargo de su vida.
Necesito permitir que el otro se haga cargo de su vida y no interferir en su propio proceso de crecimiento y evolución.
Necesito entender que el sufrimiento es necesario, si aprendes de él para evolucionar y aprender a ser feliz por uno mismo y con ese pensamiento, lo que hago, es interferir y evitar lo mismo que quiero proteger.
Nadie puede hacer feliz a nadie, solo uno mismo puede hacerse feliz a sí mismo, solo uno mismo puede hacerse cargo de su propia vida, solo uno mismo puede aprender de sus propios errores y adversidades.
Ser feliz es un aprendizaje que requiere sufrimiento previo, aprender lecciones que no sabes, dejar de culpar a los demás y evolucionar a través de la repetición y la perseverancia, si yo padezco si el otro no es feliz e interfiero, estoy evitando lo que quiero precisamente resolver.
Tercera Inversión
No necesito que ella sea feliz ni quiero que sea feliz si ella no quiere, lo que quiero es que sea feliz si ella quiere y pone los medios.
Es ella quien debe decidir esto, qué soberbia estar en los asuntos del otro y decidir por ella, si ella quiere será feliz, depende de ella, ella tiene opciones y medios para serlo.
La libero de mis necesidades que la hacen dependiente de mí, dejo de interferir y permito que viva la vida que quiera vivir.
Ella puede ser feliz si ella quiere, de ella depende, solo de ella depende, amar lo que es y hacer lo que quiera con lo que es o seguir luchando contra lo que es.
De ella depende amar lo que es y ocuparse de sus asuntos o seguir en los asuntos del otro y peleándose con lo que es.
De ella depende buscarse una nueva pareja mejor y pagar el precio del rechazo y decir no o vivir sola y bien.
No necesito que ella sea feliz ni quiero que sea feliz si ella no lo quiere, permito que sea libre, yo no puedo saber lo que ella quiere y necesita.
¡Qué prepotencia!
Yo no necesito ni quiero que sea feliz, yo lo que quiero es que sea lo que ella quiera ser, tiene opciones para ser feliz, pero de ella depende y yo no interferiré, es su elección y su libertad, ella es la única que puede hacerse cargo de su vida.
Hacerse cargo de su vida es su asunto, qué arrogancia y qué dependencia mía si lo veo distinto.
No necesito que ella sea feliz para yo ser feliz, más aún, quiero que sea infeliz si esto es su decisión, yo seré feliz al verla libre, verla sufrir y evolucionar a través del sufrimiento.
2-Necesito una pareja para ser feliz.
Primera Inversión:
Me necesito a mí para ser feliz.
Necesito apasionarme en proyectos que me ilusionen y no en personas.
Necesito creer en mí, necesito confiar en mí, necesito sentirme suficiente para hacerme cargo de mi vida y mi paz.
Segunda Inversión
¿Mi hipotética pareja podría ser feliz con alguien como yo?
¿Puedo hacer feliz a una pareja tal y como soy yo?
¿Sirvo yo como pareja?
¿Tengo tiempo disponible?
¿Puedo aportar cosas buenas al otro?
¿Me aburre estar en pareja?
¿Soy flexible?
¿Soy de fácil convivir?
¿Me adapto a la vida familiar?
¿Me gusta la vida familiar?
¿Sé sacrificarme y sumar?
¿Tengo paciencia?
¿Sé ceder?
¿Tengo capacidad?
¿Me gusta el compromiso?
¿O resulta que me gusta ir a mi bola, me gusta variar de parejas o me agobia y me aburro?
¿Creo de verdad que yo puedo hacer feliz a una pareja?
¿Me gusta la logística que supone una pareja?
¿Me adapto a los horarios, colaboro en tiempo y dinero a que la comunidad funcione bien?
¿O soy individualista, maniático, independiente, avaro y anárquico?
Tercera inversión
No necesito una pareja para ser feliz y menos una que no potencie mi esencia, más aún, no quiero una pareja si no me hace feliz desde mi esencia.
Por eso tengo que ser selectivo y ser consciente de que no la encontraré a la primera.
Soy consciente de que la mayoría de las personas que conozcan serán un no, y debo ser capaz de decirles que no, como también yo seré un no por la mayoría de ellas, este es el juego y esa es la magia.
No en todas partes encajaré y tengo que encontrar mi sitio donde pueda sumar y no sufrir.
Si necesito una pareja para ser feliz, no voy a seleccionar bien, diré que si muy rápido y es fácil equivocarme.
No quiero una pareja que me asfixie, que me necesite, que me exija, que me encarcele, que no me deje fluir, que me haga sentir culpable, verdugo, que no me escuche, que no hable, con quien no me pueda comunicar bien desde mi autenticidad.
No quiero una pareja que me aburra y que no sume a mi vida, ni quiero una pareja que me distraiga de mis proyectos o que me pese.
No necesito a una pareja, porque si la necesito no estaré dispuesto a perderla y renunciaré a lo que sea para no perderla y acabaré sumergido en una relación tóxica de dependencia emocional.
Yo no necesito una pareja para ser feliz, más aún, no quiero cualquier pareja, solo quiero un determinado tipo de pareja porque el resto me harían sentir profundamente infeliz.
3-Mi madre me amarga la vida
Primera inversión:
Yo me amargo la vida a mí mismo.
Porque explico a mi madre cosas que no tengo que explicarle, por qué no puede entenderlas, yo me amargo la vida, porque no mantengo las distancias de seguridad adecuadas.
Al igual que haría con un tigre, ella es igual de peligrosa, si me muerde es cosa mía por acercarme demasiado.
Segunda inversión
Yo amargo la vida a mi madre.
Le explico cosas que no tengo que explicarle por qué no puede entenderlas de ninguna de las maneras, son maneras de pensar muy diferentes, creencias muy diferentes, edades muy diferentes, mundos muy diferentes.
Tercera inversión
Mi madre no me amarga la vida
Porque nadie puede amargarme la vida, solo yo puedo, eso sí, mantener las distancias adecuadas y no decirle según qué cosas que sé no puede entender, eso sí depende de mí.
Pensamientos intrusivos
La vida es lo que ocurre mientras tú estás perdido y escondido dentro de tus pensamientos falsos y pequeños
Creer un pensamiento que te hace sufrir es sufrir por un pensamiento que es falso, cuando desmontas el pensamiento y te das cuenta por qué así lo puedes sentir (y no solo comprender racionalmente), que es falso es cuando puedes cambiar las creencias que lo sustentan, y es aquí, cuando dejas de creer estos pensamientos que aparecen en tu mente, y como no te los crees, aunque aparezcan dejan de hacerte daño.
No solo no necesito que me ame, sino que necesito que no me ame para tener la oportunidad de que yo me ame, que yo me cuide, que yo me apoye y pueda empoderarme en esta situación, no necesito que nadie me dé la mano para poder vivir mi vida en plenitud.
Te permite ser consciente de tu patrón de funcionamiento, te das cuenta de tus miedos y de tus creencias erróneas.
Todo esto te da la sensibilidad por conocer cómo reaccionas cuando te crees tus pensamientos y también te das cuenta cómo estás en el pensamiento y no en la realidad y te permite ser consciente y poder salir de ella.
Nos pasamos la vida en el mundo de los pensamientos, en el mundo de las historias que nos estamos contando y nos perdemos la auténtica vida, la vida que ocurre en la realidad que es mucho más amable que la que te cuentas en tus historias.
Aprender a vivir historias reales y ciertas nos permite empoderarnos y dejar de ser una hoja al viento de los demás y de una realidad que de saber gestionarla adecuadamente solo es una fuente de placer permanente.
¿Hace viento?
Genial!!!
¿Qué puedo hacer yo con el viento?
Esta es la pregunta que debes hacerte siempre…
Que puedes hacer tú con el viento para hacer hoy y aquí una experiencia inolvidable.
Y si no te lo crees pregunta a todos los que hacen windsurf.
¿Qué hacen ellos con el viento?
Eso es lo que tú puedes hacer con la vida, con tu vida.
Surfear por ella!
De ti depende!
Los pensamientos intrusivos estarán siempre en nuestra mente e intentarán amargarnos el día.
La mente es una máquina que nunca para y cuando no sabe qué hacer se inventa historias que invaden tu calma.
Necesitas técnicas para gestionar los pensamientos rumiadores y «The Work» de Byron Katie es una gran herramienta para hacerlo.
Libros que deberías tener en cuenta para poder ser más feliz
Bibliografía
Estos autores me han inspirado para crear este post
- Christopher Ryan y Cacilda Jetha ( 2012). EN EL PRINCIPIO ERA EL SEXO: LOS ORIGENES DE LA SEXUALIDAD MODERNA. COMO NOS EMPAREJAMOS Y POR QUE NOS SEPARAMOS. Editorial Paidos Ibérica.
Aprender rutinas de pensamientos positivo es posible
Puedes ser feliz si aprendes a gestionar adecuadamente tus emociones y expectativas.
Nadie ha dicho que fuese fácil la vida, pero es posible vivirla mejor.
Es posible hacer las cosas bien si uno se esfuerza, aprende y lo aplica, y para eso estoy aquí para acompañarte en este camino.
Por MariCarme M. Moliné
Psicóloga en Vic