Me aburro

Divertirse es fácil.

No necesitas ir de vacaciones, ni emborracharte, ni ir de restaurantes, ni pasear en un buen coche, ni que las cosas te vayan muy bien, ni nada de todo esto.

Los niños lo hacen todo el día sentados en el suelo, jugando con las baldosas del suelo y pasando una chapa de cerveza de una baldosa a otra… o al menos es lo que hacía yo de pequeña.

Era muy divertido.

Y lo complicamos.

Lo complicamos que no veas.

Nos pasamos la vida trabajando como locos y persiguiendo amores, retos y propiedades porque creemos que esto nos dará diversión.

Nos hará disfrutar.

Cuando más leo, cuando más lo pienso, más me doy cuenta de lo locos que estamos todos.

¿Me aburro?

Pienso que se nos ha olvidado realmente lo que es divertirse.

No sabemos ya ni que es eso de divertirse.

Y no te hablo de cenas, ni de juergas, ni de alcohol, ni de sexo, ni de viajes, ni de estas mierdas donde todo el mundo hace ver que se divierte y si los vieras por dentro todos están llorando.

Llorando a moco tendido.

Pero con una máscara sonrisa Jocker.

Yo estoy hablando de diversión.

De aquella sensación donde tu alma es una sonrisa.

Donde te sientes bien y te ríes por todo sin causa apenas.

De aquella sensación que ya ni recuerdas de cuando te reías como una loca, simplemente jugando con las olas a ver si las tumbabas tú o te tumbaban ellas y tú siempre perdías.

Divertirte como te divertías cuando todo te hacía ilusión y todo te hacía miedo.

Me aburro.

Quiero que recuerdes esta sensación porque la has olvidado.

Casi todos la hemos olvidado.

De esta diversión te estoy hablando.

Y a eso quiero que vuelvas.

No quiero que vuelvas a ser esta niña, pero que vuelvas a sentir como ella.

Y aquí voy.

¿Sabes por qué no te diviertes ahora?

Por la misma razón que cuando eras niña, si lo hacías.

Cuando eras niña vivías sin filtros, tu mente estaba en blanco, no necesitabas aprobación de nadie porque sabías que la tenías, por algo eras la reina de la casa.

Cuando eras niño no vivías en tu mente, vivías en tu intuición, hacías lo que sentías y lo que no sentías no lo hacías aunque te lo argumentasen mil veces no lo hacías.

No te salía y no le dabas ni una vuelta más.

Cuando eras niña tus amigos duraban lo que duraban, hoy te peleabas con uno y al rato tu amigo del alma era otro.

No te comías la cabeza.

Cuando eras niño no tenías pasado y tu futuro estaba demasiado lejos para darte cuenta de él.

Cuando eras niña te divertía cualquier cosa porque tu nombre era diversión, no era lo que hacías, eras tú.

Y a eso deberías volver.

Y no es difícil.

Solo deberías entender el juego.

Mira.

Deberás leértelo varias veces porque no se coge a la primera.

Si vives sin filtros, si dejas la mente en blanco, si dejas guiarte por tu intuición y hacer realmente lo que te salga de los ovarios y no persigues ningún resultado en concreto, ni siquiera la necesidad de gustar, si haces todo ello pero sin pensar, que te salga como te salga, hagas lo que hagas te divertirá siempre que estés atento a qué igual que te diviertes tú se divierta el otro.

En caso contrario aquí no habrá diversión.

Hagas lo que hagas.

Parece fácil, pero no lo es pero es posible.

Suscríbete aquí

Mando emails con píldoras de psicología, para que pruebes algo diferente hoy. Puede que te sirvan, puede que no. Es gratis. Si no te gusta, te aburre o no te resulta útil te das de baja en un click. 

Escribe aquí tu E-mail

Importante: en todos los emails ofrezco que empieces un proceso de psicoterapia conmigo. Si esto es un problema para ti, no te suscribas.

Responsable: MariCarme Marmaneu Moliné.Finalidad: Gestionar y enviar información a través de correo electrónico. Legitimación: Tu consentimiento Destinatarios: Tus datos se guardan en MailChimp, que cumple con el RGPD. Derechos: Tienes, entre otros, derecho a acceder, rectificar y suprimir tus datos cuando quieras.

Deja un comentario