¿Es necesario tener pareja para ser feliz?

Mira,

La mayoría de los problemas en tu vida sera el resultado de la mala relacion que tengas contigo mismo.

No con los demás.

Los demás harán siempre lo que sea bueno para ellos.

Y tu deberías hacer no lo mismo, pero si aquello que sea bueno para ti y para el otro.

Nuestra mente nos engaña continuamente.

Cuando das por finalizada una relación, o te la dan por terminada, te parece un drama.

Lo sufres.

Seas quien deja o seas quien es dejado.

Y no te das cuenta de la realidad.

¿Es necesario tener pareja para ser feliz?

Una relación que se acaba, sea por el motivo que sea, es una relación que en realidad ya no tienes.

Una relación que se ha acabado es un lugar que no es el tuyo.

Era un lugar que fue tuyo, igual si, pero ahora no lo es.

Es una ilusión creer que si lo es.

Es una mentira de tu mente.

Es un deseo infantil.

Pero no es tu realidad.

Solo en tu mente lo es.

Nadie puede elegir que sentir.

Nadie.

La que se siente, se siente y lo que no se siente no se siente, aunque te esfuerces en lo contrario mil años.

No lo conseguirás.

Además, las cosas cambian y lo que sentías antes, ahora puedes sentir lo contrario.

Y nada puedes hacer, ni nada deberías hacer.

Los budistas en su infinita sabiduría tienen claro que, si algo es la vida, es cambio.

No se puede cambiar ni evitar ni reconstruir lo que es.

Una relación se acaba por mil razones, sí.

Pero hay algo que influye más que las razones y es esa ley de la vida inmutable, que la vida es cambio.

La vida es cambio.

¿Es necesario tener pareja para ser feliz?

El juego de la vida es divertirte mientras la vida cambia.

Cuando se acaba una relación debería ser un motivo de felicidad.

Debería serlo.

Porque de seguir en una relación que ha acabado (aunque neguemos esa realidad) solo te llevara sufrimiento.

Pero tu mente te engaña y te dice que es un motivo de tristeza.

Una relación es como las piezas de un puzle.

O encajan o no encajan.

Sí encajan genial.

No es difícil que encajen, es fácil, pones la pieza en su lugar y si hace clic de manera natural y fácil, encajado.

Fácil.

Pero cuando una relación ha acabado, es porque las piezas no encajan.

Y si no encajan, no pretendas que encajen, ni te enfades, si no encajan, ni te desesperes.

Aunque pongas todo tu esfuerzo en ello y con toda la presión del mundo logres que encajen allá, cualquier movimiento del puzle, cualquier cosa, hará que la pieza haga clic y salte de allí.

No puedes evitar eso.

Nadie puede.

O encaja fácil o no encaja.

O es su lugar o no lo es.

Y eso cambia cada día.

Esto es el maravilloso, caótico y loco sentido de la vida.

La vida, si algo es, es cambio.

Negar esta ley es sufrir.

El mundo de las relaciones es un puzle mágico que cambia cada día, te guste o no.

Estar atento.

El juego de la vida es este.

Estar atento a tu pieza del puzle y ver si encajas hoy donde estás o no.

Si encajas fácil genial, y si no encajas, simplemente busca donde encajar tu pieza.

Es fácil.

Pero debes estar atenta.

Y no lo estamos.

Es solo un juego.

Es un puzle, joder.

Solo un puzle, pero que se mueve y cambia, cada día.

Es un juego

La vida es un juego

Un poco jodido, sí.

Parece cruel, también.

Pero es el juego de la vida.

No podemos elegir las leyes de la vida.

Piezas que deben encajar fácil o en caso contrario encontrar su lugar.

Una vez lo entiendes, dices…

Ostras.

Pero claro.

No tenemos ni idea.

Nadie nos lo ha explicado así.

Yo te lo explico.

La ignorancia nos hace sufrir.

No es que la vida sea cruel

Es que no sabemos jugar a juego de la vida

Nos hemos creado una vida de fantasía, de puzles estáticos, donde tú decides donde poner tu pieza y la de los demás.

A eso lo llamamos querer, amar.

Y la cosa no funciona así

Tu pieza es única

No la has elegido tú.

No puedes cambiarla aunque quisieras.

Solo debes aceptarla y amarla.

A esto has venido a este mundo en realidad.

A aceptar tu pieza, a amarla tal como es y a estar atenta, cuál es su lugar en este puzle mágico que cambia cada día y cuál no lo es.

Si quieres poner tu pieza en un lugar que no es el suyo, sufrirás.

Así de fácil es el juego.

Y las piezas de los demás igual.

Son como son y encajan donde encajan.

Como la tuya.

Aceptar.

No sabemos jugar y sufrimos cuando dos piezas de puzle no encajan donde queremos que encajen.

Estamos locos.

Locos.

Si dos piezas del puzle no encajan no debería pasar nada

Nada.

Simplemente, encontrar el lugar donde si encajen

Es un juego, recuerda.

Estar atentos.

Siempre digo lo mismo.

No estamos atentos.

No buscamos donde encajamos, sino que queremos encajar en un sitio que no nos corresponde hoy.

Por amor.

Ja, ja, ja.

Precisamente, por amor, por amor propio, deberíamos salir de donde no encajamos fácil y buscar ese lugar donde si se pueda.

Igual ayer sí encajaba.

Pero hoy no.

Por eso sufrimos las relaciones.

Por tozudos, por ignorantes, por no saber quiénes somos ni quienes son los demás y por no saber ni querer saber cuál es nuestro lugar hoy.

Si, hoy.

Si, hoy, aquí y ahora.

No ayer, ni mañana, hoy.

Es igual de estúpido querer encajar una pieza de un puzle donde no le corresponde que sufrir por una relación que se ha acabado porque uno de los dos se ha dado cuenta de que ese no era su lugar donde encajar.

La mente nos jode la vida.

Si lo racionalizásemos lo veríamos claro.

¿Te queda claro que si una pieza del puzle no encaja en un sitio no pasa nada, no?

No es motivo de sufrimiento.

Solo debes seguir buscando su lugar.

Buscar tu lugar.

A esto deberías centrar tus esfuerzos.

Y en salirte de lugares donde no encajas fácil.

Pero no.

Nos quedamos en lugares donde no encajamos y estas relaciones saltan como la pieza que hace clic y lo sufrimos.

Deberíamos estar más atentos.

Más atentos.

Mucho más atentos.

Pero no.

No lo estamos.

Y mira que es fácil.

Si una pieza de un puzle no encaja fácil, no es su lugar.

Si hay dolor, si hay sufrimiento, si hay desencuentro, si hay discusión, si hay mentira, si hay tristeza,si no hay compromiso, si hay intermitencia, son señales que la pieza no encaja.

Pretender que a la fuerza encaje es bastante infantil.

Las relaciones se basan en primer lugar en el respeto que sientes por ti, si tú no te respetas, como quieres sentirte bien es esta relación?.

Respetarte a ti es saber que limites deben respetarse y en caso de no ser respetados entender que tu pieza de puzle no encaja en este lugar.

Pero no.

En vez de entenderlo.

Argumentamos, presionamos y forzamos.

No nos queremos ir.

Queremos que encaje.

Aunque sea a hostias.

Por amor, claro.

Qué tontos que somos, ¿eh?

Por amor deberíamos salir de allí y ser felices por hacerlo.

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