Decepcionar

«Muchas veces me he sentido mal por haber decepcionado a alguien que me decía que me quería.»

Analicemos esta frase.

Te sientes mal porque alguien sufre cuando tú haces algo que quieres hacer y que es bueno para ti.

Decepcionar significa muchas cosas, pero ninguna mala.

Decepcionar significa que eres libre y dices y haces aquello que crees.

Decepcionar significa que no eres manipulable por el victimismo.

Decepcionar significa que te respetas y no te pisas.

Decepcionar significa que te amas.

Decepcionar significa que alguien piensa que su felicidad dependen de los demás.

Decepcionar es bueno en muchos casos.

Mi padre me lo decía muchas veces.

¿Con lo que yo he hecho por ti como me haces esto?

Y la verdad es que me condicionaba mucho.

Mucho.

Me hacía sentir mal, mala persona, me sentía poca cosa.

Caí en la trampa de la culpa.

Decepcionar es sano, pero caer en la trampa de la culpa es fácil.

La culpa no es más que la forma más fácil y efectiva de manipular a los demás.

A los demás que te quieren, claro.

A los que no te quieren, no caerán en ella, ni conseguirás nada, haciéndoles sentir culpables.

Por eso quien usa la culpa para manipular es un miserable.

Hacerles sentir mal a los que te quien para que hagan lo que tú quieres que hagan y no lo que ellos quieren hacer.

Hacerlos sentir malos.

Hacerlos sentir amados y que han traicionado este amor.

Que cosa más cruel.

Y ahora con el tiempo me rio de todo ello y me doy cuenta de la crueldad que esconde esta forma de manipular a las personas en nombre del amor.

Es muy habitual.

Es muy práctico.

Es muy fácil y efectivo.

Y especialmente cruel.

Es especialmente cruel porque estás pidiendo a alguien que dices querer que se pisotee a sí mismo, que se destruya a el mismo en nombre del amor que siente por ti.

El ser humano es complicado.

Sobre todo cuando alguien te dice querer.

Vamos a darle una vuelta más a todo ello.

Te quiero preguntar una cosa y quiero que respondas con sinceridad.

¿Has hecho alguna vez algo queriendo hacerla mal de manera expresa?

¿Has hecho alguna vez algo queriendo hacerla para dañar a alguien de manera intencionada?

La mayoría de la gente, la inmensa mayoría, actúa de la mejor manera posible.

La mayoría de la gente hace las cosas lo mejor posible.

Fíjate.

¿Si la mayoría de la gente hace las cosas lo mejor posible como puedes exigir que las haga mejor?

Nadie hace las cosas peores de como las sabe y puede hacer.

Culpar a alguien es no respetar a ese alguien.

Culpar a alguien es insultar a ese alguien.

Vamos a más.

Si la gente hace las cosas, lo mejor que sabe implica afirmar que tenemos el mejor mundo de los posibles.

¿Qué significa que hay mucho camino a recorrer? Quizá sí.

Pero también significa que tenemos en la mente un mundo ideal muy lejos del mundo real.

Y vivimos en un mundo real.

Donde cada uno es como es y hace las cosas lo mejor que sabe y puede.

Para cuidar de el mismo.

Para ser responsable de el mismo

Para respetarse a el mismo.

No para cuidar de ti.

Esto es cosa tuya

Tú eres responsable de ti y el otro es responsable de él.

Nadie te puede decepcionar a no ser que tú le hayas atribuido capacidades y cualidades que no tenía o que pretendas que ese otro es el responsable de tu vida.

El problema es tuyo.

Si quieres culpar a un león por haberte mordido igual es una evidencia que eres un estúpido por no haber mantenido una distancia de seguridad adecuada.

Culpar solo demuestra lo estúpidos que somos, lo débiles que somos, lo egoístas que somos,lo manipuladores que somos y lo carceleros que somos.

Nadie hace nada que no crea que es lo mejor para él.

Y tú deberías hacer lo mismo.

Hacer lo mejor para ti.

A esto le llaman amor propio.

Pero en esta fórmula hay un pequeño concepto que a todos se nos olvida.

Deberías hacer lo mejor para ti, incluso si decepcionas a alguien y te culpa por ello.

Pero no es barra libre para pisar a todos.

No lo es, aunque todo el mundo lo haga y lo crea.

No lo entienden.

No.

Hay una premisa previa que se nos ha olvidado.

Que ignoramos.

Que aunque creamos que nos beneficia, nos perjudica.

Mira

Está bien que hagas las cosas lo mejor posible y que eso implique que sean lo mejor para ti, aunque decepciones a todo el mundo y te culpen por ello.

Para mí está bien.

Lo estás haciendo bien.

Podría escribir mil páginas más argumentando todo ello.

Pero queda esta premisa previa para que la ecuación sume 100.

Que previamente tengas totalmente interiorizado, que necesitas poco, que necesitas muy poco para ser
feliz.

Menos es más.

Con esta premisa previa, trabajada e interiorizada, podrás ir por la vida sin ningún sentimiento de culpa, aunque decepciones a todo el mundo.

Es un trabajo que no te puedo explicar ni tu practicar con 600 palabras.

Parece fácil pero no lo es, no será a corto plazo y necesitaras esfuerzo, pero es posible

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