Cómo hacer amigos

Y como dejar ir a los que no lo son.

Te cuento.

No soporto a la gente.

Cada vez más.

Cada vez más me cansa la gente.

Ya sé, ya sé…

Aceptar, comprender, empatizar…

Ya sé…

Me cansa mucho la gente que me aburre.

Me cansa mucho la gente que no me mira a los ojos cuando le hablo.

Me cansa mucho la gente que cuando hablo sé que no escucha ni tiene el más mínimo interés en lo que le estoy diciendo.

Me cansa mucho la gente que está en el mismo lugar que yo porque no tiene nada mejor que hacer que estar aquí, donde por casualidad yo ahora también estoy.

Me cansan mis cuñados que sé que me hablan por inercia con estas conversaciones que no llegan a nada y que si un día dejo de visitar a mis hermanos o se separan de ellos no sabré nada más de ellos a no ser que me necesiten para alguna cosa, claro.

Me cansan las relaciones de compromiso y muchas que no lo son.

Me cansan las relaciones con personas solas que por no estar solas se acercan a mí a quejarse de alguna cosa que no es como ellas querrían.

Me cansan las relaciones en las que no aprendo nada ni el otro quiere aprender nada de mí.

Me cansa la gente.

Mucho.

Cada vez más.

Pero el problema no es de esta gente.

El problema soy yo.

El problema soy yo porque soy yo quien debería saber relacionarse con personas que no me cansen, que me diviertan, que me enriquezcan y que me hagan mejorar.

Porque si hay algo en este mundo es diversidad.

Hay gente maravillosa y hay gente que es maravillosa para otros que no soy yo.

Debería relacionarme con los fantásticos para mí y alejarme de los que son fantásticos para otros, pero no para mí.

Es curioso.

En cualquier aspecto de la psicología siempre acabo en el mismo lugar.

El problema y la solución no están en otro sitio que dentro de mí.

En aprender a gestionar esta mente loca que me frena cuando debería impulsarme y que me hace juzgar fuera para evitarme juzgar a mí misma.

No me gusta la gente.

Es verdad.

Realmente lo pienso.

Hay mucha gente que no soporto.

No me quiero engañar… Es así…

Pero ahora sé que el problema no es esa gente.

El problema soy yo.

¿Cómo hacer amigos?

Pero vamos a darle otra vuelta a la tortilla.

¿Y si el problema tampoco fuera yo?

¿Por qué debería negar lo que siento?

¿Por qué debería cambiar quién yo soy?

El problema no es que te deba gustar lo que no te gusta.

Es un error forzar nada.

Y menos a ti.

Ya nos hemos forzado demasiado tiempo en encajar y no deberíamos seguir en este camino.

Si no te gusta, no te gusta y fuera.

Pero si deberías intentar comprender por qué el otro hace lo que hace y que a ti no te gusta.

No hablo de aceptar, ni de que te deba gustar sí o sí.

Hablo de comprender.

Igual no consigues comprender nada.

Cómo hacer amigos

Sin embargo, aceptando lo que no te gusta de los demás, no obstante intentando comprenderlo, si avanzas algo en ello, no sabrás ni el cómo ni el porqué, pero empezarás a juzgarte menos a ti misma y al hacerlo te sentirás mejor.

Mucho mejor.

Suscríbete aquí

Mando emails con píldoras de psicología, para que pruebes algo diferente hoy. Puede que te sirvan, puede que no. Es gratis. Si no te gusta, te aburre o no te resulta útil te das de baja en un click. 

Escribe aquí tu E-mail

Importante: en todos los emails ofrezco que empieces un proceso de psicoterapia conmigo. Si esto es un problema para ti, no te suscribas.

Responsable: MariCarme Marmaneu Moliné.Finalidad: Gestionar y enviar información a través de correo electrónico. Legitimación: Tu consentimiento Destinatarios: Tus datos se guardan en MailChimp, que cumple con el RGPD. Derechos: Tienes, entre otros, derecho a acceder, rectificar y suprimir tus datos cuando quieras.

Deja un comentario