La clave es la acción, ponte a actuar aunque te dé miedo o sea incómodo y en la acción construirás esta autoestima que tanto deseas.
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Trabajar la autoestima no es fácil.
No es lo mismo saber qué hacer que hacerlo.
He conocido a pocas personas que se quieran realmente bien, pero las que he conocido, las he visto felices, pero para los demás, para muchos, son consideradas crueles, malas personas y egoístas.
Y simplemente son personas que se aman y que por ello saben poner límites.
Nos pasamos la vida buscando la aprobación de los demás y en el camino nos desaprueban constantemente y al hacerlo, sufrimos y en sufrir nos perdemos la vida.
Si te quieres no vas a sufrir, aunque deberás enfocarte en ti, ser verdad y poner límites, y en este camino gustaras a unos y a muchos disgustarás.
El amor propio te traerá cosas buenas, pero también conflictos con los que deberás aprender a lidiar.
Si no te quieres, no sabrás poner límites, tendrás menos conflicto, pero abusarán de ti, y sufrirás más.
Sabes si te quieres cuando no sufres, cuando nada ni nadie tiene poder sobre ti, cuando eres el dueño de tu vida.
Trabajar la autoestima es la mejor inversión en ti que puedes hacer, pero ni fácil ni rápido ni cómodo.
NO TE AMAS PORQUE NO ES NADA FÁCIL AMARSE.
Cuando te des cuenta de que siempre que sufres, simplemente es, porque no te amas, dejarás de culpar a la vida, y a los demás de tus desgracias que crees que son la real causa de tu sufrimiento.
Solo sufres porque eres incapaz de amarte, créeme, cuando lo comprendas, dejarás de sufrir.
Tener o no tener autoestima no es algo que lo tienes o que no lo tienes.
La autoestima es una habilidad emocional que, como cualquier otra habilidad, puede trabajarse para mejorarla.
Trabajar la autoestima, es crear tu propio gimnasio emocional y empezar a entrenar con ejercicios, que si los haces y haces bien, poco a poco, irás creando un músculo emocional que te permitirá vivir mejor.
Parece fácil, pero realmente no es fácil.
La dinámica es muy sencilla, pero somos incapaces de ejecutarla.
Al igual que sabes qué hacer para tener un mejor cuerpo, con una nutrición adecuado y ejercicio continuado, no lo haces.
Sabes cómo hacerlo, pero no lo haces y si lo haces, lo haces durante un tiempo insuficiente.
Necesitas un buen entrenador, necesitas un buen gimnasio, necesitas tiempo para practicar y tiempo para mejorar la práctica.
Y no lo hacemos.
Te pongo varios ejemplos:
Necesitas escoger un entorno que sea bueno para ti y desde este lugar según cómo evoluciona la vida ser capaz de acercarse a lo que te gusta y alejarte de lo que no te gusta.
Pero esta dinámica aparentemente tan sencilla requiere unas creencias que no tienes y que te bloquean continuamente y solo de ti depende elegir seguir en un sitio que no es bueno para ti o hacer un cambio que no vas a hacer.
Y no lo harás porque no tienes la fuerza necesaria para ello.
Y no tienes esta fuerza porque no tienes la autoestima que se necesita y no tienes esta autoestima porque no la has trabajado correctamente.
Es como realizar flexiones.
No haces más flexiones porque no estás lo suficientemente entrenado.
No haces cosas que debes hacer porque no has trabajado correctamente la autoestima.
Lo primero que condiciona este movimiento son tus pensamientos.
los pensamientos que te pasan por la cabeza cuando intentas alejarte de todo lo que no te hace bien.
No has trabajado la autoestima en el ámbito de los pensamientos y creencias y esto hace que en muchos casos no lo puedas hacer.
Lo mismo te ocurre cuando quieres acercarte a lugares, cosas y personas que te gustan, esos mismos pensamientos te bloquean y te impiden avanzar.
No te alejas de personas, situaciones y circunstancias que no son buenas para ti, porque crees que de hacerlo harías sufrir a personas importantes en tu vida, no quieres ser cruel, ni egoísta, ni mala persona.
No te acercas a personas, situaciones y circunstancias que te gustan porque tienes miedo a ser rechazado y no te atreves a sufrir el rechazo, y sentirte poco valioso e insuficiente.
Autoestima consiste en cuidar de ti.
Esto que parece tan fácil, no lo hacemos y nos pasamos la vida en lugares y con personas que no son buenas para ti o tú no eres bueno para ellas.
Trabajar la autoestima te permitirá hacer esto que ahora no puedes hacer.
No sabes cómo trabajar la autoestima y al no haberlo hecho bloquea los movimientos y acciones que harían de tu vida una vida mejor.
Pero no lo haces, no porque no sepas que hacer, es que no puedes hacerlo, porque te falta ese entrenamiento emocional de trabajar la autoestima correctamente.
Además, la autoestima no es solo poder acercarte a lugares, personas y cosas que te hacen bien y alejarte de sitios, cosas y personas que no son buenas para ti, sino que trabajar la autoestima, te permitirá alejarte también de esas cosas, lugares y sobre todo personas que no gustas y que no sumas en sus vidas.
La cosa se complica, ya ves.
Todo es fácil en teoría.
Sabes que hacer, pero no puedes hacerlo.
Trabajar la autoestima lo haría posible, pero no sabes cómo empezar.
Saber quién eres y respetar eso que eres sin pisarlo.
Alejarse de lo que no es bueno para ti para poder construirte y desde aquí crearte una realidad que sea buena para ti.
Y desde esa realidad creada por ti, mantener una dinámica constante de acercarse a lo que sí es bueno y disfrutar de esa acción.
Acercarte a cosas, situaciones y personas que son buenas para ti desde una realidad previamente creada por ti, que es buena para ti, es donde deberías estar todo el tiempo.
En esto consiste una buena autoestima.
Pero como no sabes cómo trabajar la autoestima, te mantienes siempre inmóvil y bloqueado en sitios y personas que no son buenas para ti, o no lo son suficiente.
Sufres, cuando desde tu presente quieres actuar para acercarte a lugares que son buenos para ti y cuando intentas que tu vida sea un permanente actuar en este sentido.
Pero previamente a acercarte a una realidad que te hace bien, debes haberte alejado de las realidades que te perturban, que te hacen sentir ahogada, pequeña, controlada y triste.
Primera fase
Realizar limpieza.
Saber todo lo que tienes en tu vida que realmente no es bueno para ti y realizar limpieza.
Pero no lo sabemos.
No necesitas demasiadas cosas para vivir lleno.
Lo primero que necesitas para trabajar la autoestima es no necesitar.
El minimalismo emocional es lo primero en trabajar para mejorar tu autoestima.
Soltar todo lo que no es bueno para ti, y desde aquí construirte.
Entender que una cosa es lo que quieres y deseas y otra cosa es lo que mereces.
Tu mente te dice que necesita cosas, personas, logros y aprobaciones.
Pero para estar tú bien la única cosa que necesitas es amarte a ti.
Solo necesitas autoestima.
Lo que mereces, si lo que quieres es trabajar tu autoestima, es vivir el minimalismo emocional.
Cuando ves que tu energía se va, cuando ves que tus ganas de vivir se van, cuando ves que la tristeza se instala en tu alma, es que tienes que alejarte, es que debes de soltar.
Lo primero es construirte y para construirte tienes que soltar todo lo que no te representa, ni te suma, ni te ayuda a construir tu auténtica personalidad, desde la cual, construirás la vida que quieres.
Imagina que tú eres un solar lleno de cachivaches que no has puesto tú.
Lo primero que hay que hacer es limpiar este solar.
Limpiar el solar y sacar de él todos los trastos que se han ido acumulando en él, es tu primera función de vida, si quieres trabajar la autoestima.
Te das cuenta de que no te quieres cuando te das cuenta de que el solar que eres tú, está lleno de cachivaches, que ni te gustan ni te satisfacen ni te ayudan a vivir la vida que quieres para ti.
Trabajar la autoestima es empezar por ahí.
Cuando te das cuenta de que sin darte cuenta has permitido acumular en tu solar una cantidad de trastos que no son los que tú quieres para ti.
Necesitas soltar para empezar a trabajar la autoestima y así poder dejar de sufrir.
Soltar es solamente una parte del proceso y es el primero en aprender para saber cómo trabajar la autoestima.
Trabajar la autoestima es todo ese proceso.
Trabajar la autoestima te permitirá poder alejarte de todo lo que no es bueno para ti, para después poder construir a tu medida una realidad que sea buena para ti.
Trabajar la autoestima te permitirá cuidar de ti, para posteriormente poder salir al mundo a compartir y cooperar.
Pero siempre con el cuidado de que lo que has construido, se respete, se cuide y no lo pise nadie.
Trabajar la autoestima te permitirá salir al mundo a compartir y al mismo tiempo este compartir mejora lo que has construido para ti.
Alejarte de todo lo que no es bueno para ti, es:
Quitarte mochilas:
Solamente podrás soltar todo lo que no es para ti sin sentirte mala persona, ni cruel, ni egoísta, ni culpable, cuando entiendas todos estos conceptos que hacen que no puedas soltar y poder empezar a crear un lugar dentro de ti, donde puedas empezar a sentirte bien.
Cuando sueltes, recuperarás energía, energía que necesitas para construirte a ti.
En muchos casos esa energía que no tienes es la que no te permite soltar y tu vida se convierte en un bucle sin salida.
Soltar no es solo soltar, todo lo que no es bueno para ti, soltar, va mucho más allá.
Soltar significa también soltarse, significa alejarte de personas que tú no eres bueno para ellas.
Tú no eres bueno para alguien, cuando no puedes mejorar la vida de este alguien, cuando no puedes hacerlo mejor tal y como el otro la quiere vivir.
Tú no eres bueno cuando el otro no se nutre de tu presencia ni de tus acciones.
Soltar a alguien que es bueno para ti, pero que tú no eres bueno para él, no solamente es amarte, sino amar al otro en mayúsculas.
Nada implica más amor que soltar a alguien que amas, pero que no eres capaz de amarle como el otro necesita ser querido.
Soltar es lo primero que deberíamos aprender en la vida.
Nada te libera más que soltar sin culpa y sin sensación de fracaso.
Nada reafirma más el amor que te tienes a ti, que soltar.
Nada te hará más feliz, que soltar sin culpa.
No soltar es lo que te quita la energía que necesitas para poder construirte y desde ahí poder compartir y disfrutar de la vida de una vez.
Y sin energía no avanzas, y aquí estamos todos, con mil excusas para justificar nuestra vida que no nos satisface.
Si necesitas soporte emocional, te puedo ayudar
Segunda fase
Trabajar la autoestima te lleva a buscar la soledad, como requisito previo a poder tener relaciones de calidad que no sean tóxicas.
Necesitas una soledad deseada para poder construir tu mundo a tu medida y es un trabajo que solo puedes realizar tú y en soledad.
Irte voluntariamente a la soledad, es vaciar tu solar de trastos, limpiar tu solar, y dentro de él, preguntarte, ¿qué quiero hacer con ese solar?
¿Qué es lo que a mí me gusta?
¿Qué jardín haré de ese solar que me dé paz, alegría y serenidad?
¿Qué plantas plantaré?
¿Qué flores quiero ver florecer?
¿Qué árboles frutales pondré que me den sombra y frutos a la vez?
¿Qué césped pondré?
¿Qué animalitos quiero que corran por él?
¿Qué haré con mi solar que me guste, que me dé paz y autonomía para vivir una vida a mi modo?
Y una vez claro todo ello, habrá que sufrir.
Pero es un sufrimiento de sanación.
Es el sufrimiento del esfuerzo en soledad, del hacer aquello que quieres hacer cuando todo el mundo te dice que te equivocas, que no podrás, que no eres suficiente para conseguirlo.
Nadie ha dicho que fuera fácil construir un jardín a tu gusto y tamaño.
No es fácil cerrar el solar con un muro bonito y eficiente.
No es fácil construir un pozo en él, donde emerja agua con la que regar todas las plantas que plantarás.
No es fácil que las plantas crezcan, que no se mueran, que florezcan y que haya sombras.
No es fácil construir y mantener un jardín.
No es fácil construir un jardín de la nada donde puedas estar bien.
Esta es la función de la soledad.
La soledad es el lugar donde poder crear.
Crearte a ti.
La soledad es el lugar al que necesitas ir para construir este jardín, solo por ti, de momento solo por ti.
La soledad es el paso ineludible para aprender a quererte bien y de verdad.
La soledad es donde te permitirá estar bien de verdad y desde ahí poder vivir una buena vida.
La soledad significa centrarte en ti y potenciar lo mejor de ti.
La soledad significa saber quién eres.
La soledad significa aprender a escucharte.
La soledad significa aprender a comprenderte, aprender a entenderte.
Y desde ahí descubrir cuál es tu pasión, cuáles son tus aficiones, tus gustos y aceptar que esto que a ti te gusta está bien.
Aunque nadie te apoye o te apruebe.
La soledad te hará comprender que está bien hacer lo que te gusta, aunque puedas haber percibido que no te lo podías permitir.
Trabajar la autoestima significa ser capaz de potenciar tu formación, tu profesión, tus deportes, tu creatividad artística, tu descanso, hobbies, tu economía, los objetos que te gustan para estar bien.
la casa que quieres, el coche que te gusta, la ropa que te sienta bien.
Vas a la soledad para construirte desde tu auténtico tú.
Y cuando esto está bien, cuando tú te has construido, entonces sal al mundo no a buscar, no a necesitar, sino a compartir tu jardín.
Trabajar la autoestima te permitirá tener una buena vida.
Trabajar la autoestima tiene un precio.
Alcanzar una buena vida tiene un precio y pocos están dispuestos a pagarlo.
No se disfruta cuando sueltas, ni tampoco se disfruta de la soledad.
Limpiar un solar lleno de trastos es un auténtico calvario y una auténtica mierda
Construir un jardín por guapo que pueda parecer, es un trabajo de negros que cuesta, que cansa y que acabas reventado al final del día.
Trabajar la autoestima te permitirá tener una buena vida, pero es un proceso largo, complicado y pesado.
La vida empieza a sentirse bien, cuando ya has limpiado el solar y has construido el jardín y disfrutas del jardín con los amigos que has escogido, con la familia que has escogido, con la pareja que has escogido.
La vida va de eso, de elecciones y precios.
El mundo no te debe nada, y lo que quieras deberás crearlo tú, por ti y sin nadie.
Acéptalo y deja de vivir en un mundo feliz.
Necesitas trabajar la autoestima para tener la fuerza para hacer todo este proceso.
Construir lo que debes construir, soltar lo que debes soltar y elegir lo que debes elegir, porque sin compartir lo que has creado la vida es gris y triste también.
POTENCIAR ESTO MISMO QUE HAS HECHO CONTIGO, EN LOS OTROS.
Tercera fase
La vida no va a amar a alguien o de que alguien te ame, la vida va a amarte a ti y potenciar que los demás hagan lo mismo en ellos mismos.
Trabajar la autoestima implica también potenciar la autoestima de las personas que quieres amar.
No quieras que te quieran, potencia que se quieran, y desde aquí, desde esta autoestima personal, ver que podemos compartir.
Verás en qué podemos cooperar, sea cual sea esa cooperación, será buena.
En esa fase es donde sucede el milagro de la vida.
Es donde la gente está feliz.
Es una fase de movimiento permanente.
Recuerda que si algo es la vida, es cambio, y trabajar, la autoestima implica también gozar del cambio permanente que es la vida.
Una buena vida es acción en estado puro.
Sabes quién eres, sabes que quieres, sabes que no quieres y vas por lo que quieres sin miedo al rechazo ni miedo a causar sufrimiento, conflicto, rechazo o desaprobación.
La vida es ese tiempo que vives haciendo cosas que te hacen bien.
Te hace bien alejarte de todo lo que no es bueno para ti.
Te hace bien centrarte en lo bueno para ti.
Te hace bien acercarte a sitios buenos para ti.
La vida va de recuperar energía cuando sueltas.
La vida va de consolidar energía cuando te centras en ti.
La vida va a crecer en energía cuando la compartes con personas que han aprendido a quererse a sí mismas.
En ese estado la energía está en estado puro.
En esta tercera fase la idea es compartir tu jardín con personas que amen y respeten tu jardín, el que sea.
Quien no ame tu jardín, no tiene sitio en tu vida.
Trabajar la autoestima te permitirá elegir a personas que traten bien los jardines, sobre todo cuando no son los suyos.
Trabajar la autoestima te permitirá abrir las puertas de tu jardín a personas que respetan los jardines ajenos, a personas que entienden de jardines y comprenden su fragilidad.
Trabajar la autoestima te permitirá relacionarte con personas que aman los jardines.
Trabajar la autoestima te permitirá elegir a personas que cuando visiten tu jardín, vigilen dónde pisan, vigilen que hacen y que no hacen y en cualquier caso, cuando se alejan de tu jardín, lo dejan mejor que cuando llegaron.
Trabajar la autoestima te permitirá elegir a personas que saben cuidar tu jardín.
Uno se ha ocupado de regar una planta que estaba seca, otro ha sacado unas malas hierbas, otro te ha recomendado un mejor sistema de riego o abono, y cuanto más compartes tu jardín, más lo disfrutan todos y más verde y limpio está.
Pero debes haber trabajado la autoestima para poder elegir bien tus relaciones.
Nada es más triste que un jardín vacío, nada más alegre que un jardín lleno de personas que valoran y cuidan del jardín del que disfrutan.
Nada es más alegre que una estampa de buenos amigos, de familias felices en torno a una mesa en un espacio maravilloso.
Aquí está la felicidad que te permite trabajar la autoestima.
CALIBRAR, DEJAR IR LO QUE NO SUMA E IRTE TÚ SINO SUMAS.
Cuarta fase
La vida va de trabajar tu autoestima y potenciar ese amor que sabes darte a ti, en los demás.
La vida no va que te quieran ni de qué ames, esto es el resultado de otros factores, pero no debería ser un objetivo por sí mismo.
El amor es una consecuencia de tu amor propio, no es un fin en sí mismo.
El amor que se vive como un fin en sí mismo es el amor tóxico y la dependencia emocional.
El amor que nace como un resultado del amor propio da como fruto relaciones sanas.
La vida va a amarte, va de qué te ames y desde ahí compartir, si se puede y se quiere, y desde este compartir siempre nacerán cosas bonitas, también el amor entre las personas.
Pero no es el objetivo, ni es básico, ni necesario.
Nadie necesita el amor ajeno, pero sí necesita del propio.
La base es el quererte y para quererte a veces tienes que soltar o irte tú.
Y solamente podrás si sabes cómo trabajar la autoestima.
Y en ese aspecto más que en ningún otro.
Aprender a ser libre para poder liberar a los demás de tus necesidades de amor.
¿Qué ocurre si alguien te ensucia tu jardín?
Fácil, lo echas, lo vuelves a arreglar y lo vuelves a compartir con personas que quieran cuidarlo como lo cuidas tú.
¿Y por qué nos cuesta tanto hacer esto?
Demasiadas veces nos ensucian nuestro jardín y nos quedamos callados, incluso nos sentimos culpables, por ser demasiado rígidos y poco flexibles, muchas veces somos incapaces de soltar o de alejarnos de estas personas.
Y esto nos ocurre simplemente porque no hemos trabajado la autoestima.
Nos pasa porque no nos respetamos, si nos quisiéramos, a todo aquel que ensuciara o maltratara o dañara nuestro jardín, lo soltaríamos de nuestra vida, sin ningún miramiento.
Soltar es amarte y amar.
Soltando, consigues que cualquiera esté en condiciones de poder construir su propio jardín hecho con su sufrimiento, que le permitirá aprender y evolucionar y transformarse.
Sueltas sin culpa ni pena a quien ensucia tu jardín.
Cuando sueltas, cuando te alejas de alguien que no es bueno para ti, es como sacarlo fuera de tu jardín.
Le haces volver a su solar lleno de trastos que donde tan mal se está, y ese malestar y sufrimiento, será el que lo puede inspirar en tomar la responsabilidad de su propia vida e iniciar un camino de evolución y transformación a través del sufrimiento.
Lo motivarás a través del sufrimiento a limpiar su solar de trastos inservibles y ponerse en la tarea de construir su propio jardín, y en el camino únicamente se encontrará con cosas buenas.
Soltar no es malo, lo malo es no soltar.
Cuando comprendes que lo que no es bueno para ti, tampoco será bueno para el otro, tu cabeza hace un clic.
La vida en su inmensa sabiduría funciona así.
Lo que no es bueno para ti, no es bueno para el otro, aunque parezca lo contrario.
No soltar es lo que conocemos por ayudar, por salvar, por proteger, por hacerse cargo de la vida del otro y todo esto en realidad es maltrato.
Ayudar es maltratar.
Cuando evitas que el otro salga de tu jardín, que no respeta ni cuida y evitas que se ponga a trabajar en el suyo, aunque le veas sufrir, lo estás maltratando.
Confundes bondad con buenismo.
Sufrir no es malo, es sano, necesario y conveniente para que puedas hacer el jardín que tantas satisfacciones te traerá.
Y para los demás, lo mismo.
No soltar, se justifica por la pena y la compasión, que inspira a quien percibes como víctima.
No soltar por empatía, es otra forma de evitar que ese otro, que no tiene la más remota idea de cuidar un jardín, no empiece a aprender.
Soltar lo lleva a su solar sucio, pero lo lleva también a un punto de inicio, lo lleva donde debería estar.
Soltar solo trae cosas buenas a todos, a ti porque te quitas de encima alguien que ensucia tu jardín y pisa tus plantas y al otro porque le permite aprender empezar a quererse.
Soltar le lleva a un solar sin nada, le lleva a un mal lugar donde solamente le queda quejarse y sufrir, hasta que se canse de llorar, de culpar y de reclamar y se ponga a construir su jardín y desde aquí compartirlo.
Soltar implicaría un mundo lleno de jardines que se comparten si no se ensucian, porque si no vas fuera.
Fácil de entender, difícil de aplicar.
Y si te echan es lo mejor que te pueden hacer para que te fuercen a estar mal hasta que te des cuenta de que tú también puedes crear un jardín tú solo.
Puedes tener tu propio jardín si trabajas tu autoestima.
Trabajar tu autoestima implica sufrir.
Implica sufrir soledad, esfuerzo, poner límites, desaprobación y ocuparte de tus asuntos.
Nadie quiere eso.
Por eso hay tan poca autoestima real en el mundo.
Estamos en un mundo con pocos jardines de gente que no quiere compartirlos, porque está cansada de no ser respetada y de muchos solares vacíos de gente que no sabe, que no quiere o que no quiere pagar el precio de hacerse su propio jardín.
Lo fácil es ir al jardín del vecino y mearse dentro.
Tu mierda no puedes ponerla en el jardín de nadie y la ponemos continuamente, en nombre del amor, de la amistad, de la obligación, del compromiso.
No entramos en el jardín del vecino para ayudar a que, gracias a tus acciones, sea más verde, más limpio y más florido.
Entramos en el jardín del vecino a buscar fruta, a buscar flores y hacer una barbacoa, no entramos a sumar sino a aprovecharnos.
Somos así y cuando nos sueltan, sufrimos y creemos que quien te suelta es cruel y egoísta.
Un jardín es un lugar sagrado para su propietario, es un lugar de respeto, de paz, es un lugar bonito y quien no lo cuide, desde el sentimiento del propietario, debería irse.
Trabajar la autoestima te permitirá soltar a quien no quiere o no sabe o no puede cuidar tu jardín, por cruel y egoísta que pueda parecer.
Soltando simplemente permites que el otro vuelva a su solar y empiece a construir, sufriendo, sufriendo y mucho, pero es el único camino.
No hay camino fácil para trabajar tu autoestima.
Tener autoestima cuesta un precio y pocos están dispuestos a pagarlo.
Trabajar la autoestima te permitirá sentir empatía por ti, esa es la idea.
Y con esa empatía te dará la fuerza para crear este jardín y compartirlo.
El amor propio te trae como consecuencia el amor, pero es una consecuencia lógica, no es el objetivo ni inicial ni final.
Trabajar la autoestima te permitirá soltar aquel que no cuide tu jardín y ese sufrimiento del otro le dará la fuerza para crear su propio jardín y compartirlo con quien lo pueda cuidar y valorar.
Todo el mundo gana si se trabaja la autoestima.
Quererte es respetarte y quien no respete tu jardín deberías soltarlo, aunque ese otro sufra la pérdida.
Si la relación no es fácil, si la relación no te hace sentir vivo, si en la relación no estás a gusto, si la relación no te gusta es que no saben, no quieren o no pueden cuidar tu jardín y deberías dejar ir o alejarte tú.
Todo el mundo puede hacerse un jardín por sí mismo, si se esfuerza lo suficiente, si sufre lo suficiente, si aprende lo suficiente, si invierte lo suficiente.
Nada bueno, es gratis.
Y la gente quiere jardines sin hacerlos, sin saber cómo se hacen, sin saber cómo se cuidan, sin saber cómo crecen las flores.
Las personas no sabemos hacer jardines y entramos en los jardines de otros, de los que sí han sabido hacerlos y no los respetamos, no los cuidamos, no los protegemos, los aprovechamos en beneficio propio.
Y no es esto.
Cada uno debe poder hacerse su propio jardín, donde estar bien y compartirlo con el mundo, mientras se respete, se cuide y se proteja, de lo contrario deberías echar a quien no te respete.
Alejarte sin compasión, sin pena ni perdón.
LA PRÁCTICA HACE EL MAESTRO SI PERSISTE
Ante todo soltar todo lo que no es bueno para ti.
Seguidamente, desde la soledad, saber construirte desde tu autenticidad.
Con esfuerzo
Con disciplina
Con Inversión de tiempo y dinero y errores.
Luego debes poner unas normas para que quien no respete tu esencia lo puedas soltar.
Quien entre en tu jardín debería potenciar que este jardín sea cada día más verde, más limpio y más florido, y si no que no entre.
Yo imagino un mundo lleno de jardines donde todo el mundo sabe cuidar del suyo y desde aquí van a otros a cuidarlos también.
Utopía sí, pero puedes empezar por ti.
Construye tu propio jardín y compártelo con aquellos que quieran y puedan cuidarlo, de lo contrario soltar.
Y por ti también, no vayas a ningún jardín a dañarlo, si no eres capaz de cuidarlo, no vayas o te vas.
Fácil, pero utopía, ¿no?
Desgraciadamente, lo que veo en este mundo real son muchas personas que no se aman, que no saben quererse, que no han hecho los deberes ni quieren hacer el esfuerzo que requiere, el quererse, y desde aquí es imposible amar bien nada ni nadie.
Quererse es lo que puede cambiarlo todo, no el amar o el ser querido, el quererse y potenciar esto mismo en los demás es lo único que puede cambiar este mundo de sufrimiento.
Pero cuando aprendes a amarte, también aprendes a protegerte de todos aquellos que no pueden respetarte, porque no saben quererse.
Trabajar la autoestima es un proceso difícil que requiere tiempo, esfuerzo, sufrimiento y perseverancia y que nadie puede hacer por ti.
Tiene 4 fases.
1-Solar todo lo que no es bueno para ti.
2-Construirte desde tu autenticidad.
3-Compartir y cooperar con otras personas que están en el mismo proceso.
4-Protegerse de quien no se ama.
SI TIENES POCO TIEMPO, AQUÍ TIENES UN RESUMEN
Vive desde el minimalismo emocional y te aconsejo que vivas desde el minimalismo económico.
La soledad es el espacio y el lugar donde puedes construirte para poder crear, ningún sitio es mejor que este.
Vive en un proceso de crecimiento constante, estudia, emprende, cuida tus finanzas, tus bienes materiales, vive minimalista pero vive autónomo.
Sin autonomía emocional y económico no podrás crear relaciones sanas.
Compartir es vivir en plenitud.
Suelta todo lo que no es bueno para ti, sin pena, sin compasión, porque es un motivador para que a esta persona que sueltas pueda tener también una buena vida.
Aléjate tú, si tú no eres bueno para el otro.
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Podéis ser felices si aprendéis a gestionar adecuadamente vuestras emociones y expectativas.
Nadie ha dicho que fuera fácil, pero es posible vivir una vida mejor.
Solo se necesita esfuerzo, humildad, aprender, practicar y persistir.
Y por eso estoy aquí para acompañarte en este camino.
Psicòloga
