Crees que el mundo está contra ti y que no gustas a nadie, y en parte tienes razón, pero éste no es la pregunta que debes hacerte. ¿La pregunta es por qué no quiero?

Todos me odian, ¿qué puedo hacer?

Envío emails con píldoras de psicología, para que pruebes algo diferente hoy. Quizá te sirvan, quizás no. Es gratuito. Si no te gusta, te das de baja en un clic.

Para cambiar esta visión que tienes de los demás y del mundo, es necesaria una revisión en profundidad de tu sistema de creencias que has aceptado como ciertas sin cuestionarlas.

Ser libre es poder escoger entre lo que deseas y lo que te mereces, y eres realmente libre, cuando eliges lo que te mereces, aunque te traiga ciertas incomodidades.

SI CREES QUE NADIE TE AMA Y QUE “TODOS ME ODIAN” NECESITAS RECUPERAR LA CONFIANZA QUE HAS PERDIDO

¿Qué deberías saber para poder hacerlo mejor?

Crees que todos te odian, porque te odias

No es lo que te ocurre, la causa de tu infelicidad, sino lo que tú haces con lo que te pasa.

Crees que todos te odian, porque no sabes hacerte cargo de ti.

Es saber cuidar de ti, saber protegerte y mantenerte en paz, feliz y tranquilo pase lo que pase fuera, sobre todo cuando fuera pasan cosas complicadas.

Crees que «todos me odian», porque te odias a ti.

Odiarse es fácil, todo está diseñado para que te odies y al hacerlo odies a todos y al odiar a todos crees que todos te odian.

Necesitarás mucha implicación por tu parte y saber exactamente qué hacer y cómo hacerlo y perseverar, hasta aprender esta habilidad imprescindible, que es cambiar todas estas creencias que te llevan a sufrir la vida, en lugar de disfrutarla.

Tienes que empezar a aprender, a mirar hacia dentro y saber buscar la paz que necesitas, dentro de ti, da igual lo que pase fuera.

Necesitas aprender a poder ser libre, para poder escoger entre lo que es y lo que querrías que fuera y escoger la realidad y aprender de ella.

Aprender, siempre es divertido.

Crees que todos te odian, porque tú te odias, pero crees que no es eso.

Crees que todos te odian, porque crees que todos son unas malas personas, unas egoístas e interesadas, que no te valoran e ignoran.

Pero no es cierto y te lo demostraré.

Como no eres libre, no puedes elegir y eliges siempre lo que crees que necesitas, y crees que necesitas que todo el mundo te quiera, y aquí es donde la mente te engaña.

Nadie tiene ninguna obligación de hacer lo que tú quieres, pero tu mente te dice que así debería ser, y acabas con la conclusión que todo el mundo te odia.

Mirar hacia fuera es grave, porque vas a sufrir.

Mirar hacia fuera es juzgar lo de fuera, es valorar lo que piensan de ti, los de fuera, es necesitar lo de fuera, es tener expectativas sobre cosas de fuera de ti que no puedes, ni deberías querer controlar.

Mirar hacia fuera es sufrir, querer cambiar lo de fuera es sufrir, mirar hacia adentro es aprender a aceptar de ti todo lo que eres y aquí es, cuando puedes iniciar ese cambio de creencias que son tan tóxicas para ti.

Los barcos no se hunden por el agua que les rodea, se hunden por el agua que entra en ellos.

Tú no sufres porque todos te odian, tú sufres porque te odias a ti.

Dejarte de odiar, es evitar que esa agua de fuera entre dentro de ti.

Todos me odian porque no me trato bien, ya que estoy enfocado fuera y me olvido de mí.

Un home i una dona odiant-se

Cuando te enfocas en ti, da igual lo que pasa fuera, cuando te enfocas en ti, lo importante es lo que haces tú, con esto que pasa fuera.

No debería importarte lo que pase fuera de ti, deberías centrarte en lo que tú haces con esto que pasa fuera.

  • No importa si te odian, importa que haces tú con eso.
  • No importa si gustas, importa que haces tú para mejorar eso.
  • No importa si fracasas, importa que aprendes de ello para seguir intentándolo.
  • No importa si te rechazan, importa como reaccionas tu ante este rechazo.
  • No importa si se alejan de ti, importa como te acercas tú a personas que puedan valorarte.
  • No importa si estás solo, importa que te dices y haces tú cuando estás solo.
  • No importa lo que tienes ni lo que no tienes, importa lo que realmente necesitas de verdad, que es poco.

Solo te define lo que tú haces, con esto que ocurre fuera de ti y de lo que no tienes ningún control.

Lo que tú haces con lo que te ocurre es lo que te permitirá vivir en paz o en guerra contigo mismo y con la realidad.

Creerás que te odian o creerás que te odias o creerás que nada de eso que crees es cierto, en función de cómo gestiones esta creencia básica que debes reformular.

Tienes que decidir si te atreves a enfocarte en ti y te haces responsable de tus emociones o sigues siendo una hoja al viento, que en función de lo que ocurre fuera, estás bien o estás mal.

Tienes que entender que lo que ocurre fuera de ti, es irrelevante.

No digo que te rindas.

Digo que aprendas a luchar, desde un estado mental, más favorable.

Debes entender que lo que TÚ hagas con esto que pasa, es lo que te permitirá vivir en paz y feliz o en un infierno insoportable de odio y resentimiento, hacia los demás y hacia ti.

¿No te suena?

Me odio a mí mismo, en función de cómo me tratan los que quisiera me trataran bien, si me tratan bien estoy contento, si me tratan mal, me rechazan o me ignoran, creo que me odian, cuando en realidad soy yo quien me odio a mí.

Me odio

Me odio porque no me hago responsable de lo que siento, cuando alguien no hace lo que yo quiero que haga.

Odias cuando no te haces responsable de ti.

Tú y solo tú eres el responsable de tu felicidad, no los demás o las distintas realidades que se presentan ante ti.

Deberías entender que eres el único responsable de tu felicidad y asumir esa responsabilidad.

En tu vida aparecerán personas y realidades que te harán daño consciente o inconscientemente, a causa de la ignorancia o la necesidad, a causa del azar o el interés.

Las relaciones humanas se basan en el conflicto, porque cada una quiere y espera cosas distintas del otro y cada una tiene intereses distintos, únicos y en muchos casos opuestos.

Vivir es conflicto.

Cuando antes lo aceptes antes dejarás de sufrir.

Te encontrarás muchas veces en que personas o realidades serán los culpables de tu infelicidad o de tu dolor.

Pero los culpables no importan, no deberían importar.

Lo que debería importar es tu paz, y sientes paz cuando no odias ni sientes que te odian, no depende de los «culpables que pasen por tu vida» que intenten hacerte daño.

No importan ellos, tú no eres ya la víctima de ningún culpable.

Si ya no eres la víctima de nadie, nadie te odia y tú dejas de odiarte a ti.

La frase «nadie me quiere, todos me odian» es típica de victimistas

Ser responsable de ti, de tu paz, es dejar de hacerte la víctima, de alguien que te duele porque te odia.

Saber cómo superar la adversidad, es saber que es posible dejar de creer que «todos me odian»

¿Y si las adversidades fueran regalos que te permiten crecer, aprender, fortalecerte y aprender a ser feliz por ti mismo?

¿Por qué odiar a todos, cuando estos que crees que te odian, te hacen un inmenso regalo envuelto con una adversidad?

Y cuando aprendes todo esto, no es lo que ocurre la causa de tu felicidad o infelicidad, cuando aprendes a dejar de odiar la realidad, la percibes neutra, la realidad, solo es.

  • Lo importante es lo que TÚ haces con lo que pasa.
  • Lo importante, lo que piensas TÚ de lo que pasa
  • La historia que te cuentas a ti sobre lo que ocurre
  • Tu reacción a lo que ocurre, esta es tu paz, cuando dejas de ser víctima de múltiples culpables y te responsabilizas de ti.
  • La situación, lo que te ocurre, lo que te tocó vivir, lo que te sucedió, es, solo es, es lo que hay, no es ni bueno, ni malo, ni justo, ni injusto, ni éxito, ni fracaso, solo es.
  • Tus juicios son solo una visión subjetiva e interesada de la realidad.

Si te despiden del trabajo de forma muy injusta, no es porque “todos me odian”

No.

¿Qué haces tú con esto?, es la respuesta a la situación.

¿Te sientes una pobre víctima que ha sido tratada injustamente y la vida es una mierda y odias, y luego te culpas por ser tan incompetente y te odias a ti por haberlo permitido?

¿Y qué?

Por eso te han despedido y qué?

Y los demás son tan malos que los odias por ser tan injustos y que la vida es tan injusta que te amargas la existencia y sufres y te duele una y mil veces, pero la única realidad es que te odias a ti.

Porque no eres capaz de cuidarte de ti y hacerte feliz cualesquiera que sean las circunstancias que te rodean.

Si sufres porque crees que “todos me odian” es en realidad porque no te quieres.

Crees que «todos me odian» porque no eres una persona libre

Un cervell humà dibuixat amb intel·ligència artificial

Imagina que te despiden del trabajo.

O aceptas la realidad que te toca vivir, aprendes de ella, buscas los puntos positivos de la situación y mañana mismo te contratas a ti mismo para planear tu futura estrategia profesional, la que sea y empiezas a trabajar con ella.

Muy posiblemente en unos meses estarás en un trabajo mejor o diferente, habrás evolucionado y agradecerás lo ocurrido.

¿Qué haces tú con lo que ocurre?

¿Eres una persona libre o no eres libre y depende de si te odian o te quieren?

Si eres libre te harás responsable de la situación, te contarás una historia que te permita vivir la experiencia como positiva y te harás responsable de tus acciones encaminadas a encontrar una mejor realidad, pero disfrutarás del proceso.

Si no eres libre, creerás que «todos me odian» te victimizarás y sufrirás y en muchos casos de aquí no saldrás.

Nadie ama a quien no se ama.

Nadie respeta a quien no se respeta.

Si crees que todos te odian, seguramente tienes razón y al creer esto en realidad, lo que estás haciendo, es odiarte a ti mismo.

Si crees que “todos me odian” te será mucho más difícil tener lo que quieres, una casa bonita, un trabajo bonito, una pareja que te guste, amigos que te valoren.

Te tratan como te tratas, te ven cómo te ves.

Que entre en tu cabecita lo siguiente:

Lo que tienes y recibes es lo que necesitas para poder seguir creciendo en paz, alegría y felicidad.

No necesitas nada más.

Me odio a mí mismo porque no me amo

Neurones dibuixades amb intel·ligència artificial

Si crees que «nadie me quiere todos me odian» tienes razón.

Hacerte responsable de ti es dejar de creer así.

Hacerte responsable de ti, es lo que te llevará a sitios buenos por ti, precisamente por las cosas que crees.

Se llama profecía autocumplida.

Si odias tu vida y odias a los responsables de que odies, serás una hoja al viento.

Tus creencias son las que impulsarán o frenarán tu vida.

Tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes, tienes razón.

¿Qué quieres creer?

Si te tratas bien y te cuentas una historia buena para ti y tomas las acciones que necesitas para encontrarte bien, los resultados pueden ser buenos o no, pero si crees que todo está mal y nada puedes hacer, los resultados serán siempre peores.

Nada fuera es responsable de tu paz, solo tú lo eres, todo depende de tu capacidad, de entender correctamente la realidad y escoger las creencias más adecuadas.

La pregunta siempre es la misma,

¿Qué es lo que haré con esto?

¿Qué guardarás en tu cerebro?

¿Qué guardarás en tu memoria?

¿Qué historia te contarás?

  • ¿Un, pobre de mí?
  • ¿Un, qué vida más injusta?
  • ¿Un, no quiero?
  • ¿Un, me odio a mí mismo?
  • ¿Un, odio a todos?
  • ¿Un odio a todas las personas?
  • ¿Un, qué malo soy?

O

Gracias a esto que me pasa, haré esto y pensaré aquello y me convertiré en más fuerte, mejor, más desapegado, más libre, más autónomo, y más feliz.

No es lo que tienes, ni lo rico que seas, ni el guapo o guapa que seas, ni lo popular que seas, ni los logros que vivas, lo que te hará feliz.

Solo te hará feliz a largo plazo, la capacidad que tengas de escoger las creencias adecuadas y saber hacer de cada historia que vivas una experiencia increíble.

Hacerse responsable de tu paz, da igual la realidad que se presente ante ti, esto es amor propio.

Necesitas aprender a convertirte, en único responsable de tu estabilidad emocional.

Aprender a no interferir.

Cuando odias o quieres, estás interfiriendo.

No interferir, es permitir que el otro aprenda a hacer lo mismo contigo.

No interferir, es no ayudar, ni salvar, ni hacerse cargo de la vida del otro, a no ser que fuera un caso de vida o muerte.

No esperar, a que interfieran a tu vida.

Interferir es maltrato, porque evita que aprendas a gestionarte por ti mismo.

Todos necesitamos vivir lo que tengamos que vivir y hacer de cada experiencia una historia guapa.

La forma en que hemos aprendido a relacionarnos no da la felicidad, y menos a largo plazo.

Crees que odias a quien no hace lo que esperas que haga en tu beneficio, pero lo que estás odiando es a ti, porque te estás privando de crecer en fortaleza, desapego y libertad.

Crees que “todos me odian”, cuando simplemente son personas libres que actúan en su propio beneficio e interés y esta forma de actuar es buena para ellos, pero también es buena para ti, pero todavía no te has dado cuenta.

Nada es mejor para ti, que aprender a ser autónomo emocionalmente y cuando odias, es porque depositas tu estabilidad emocional en otras manos que no son las tuyas.

¿Por qué me odio? ¿Qué puedo hacer?

1- Me odio cuando fracaso.

Cada fracaso, cuando me rechazan, en realidad no es ningún fracaso y como no lo es, no tiene ningún sentido que te odies por incompetente, cuando fracasas.

Un fracaso debería ser para ti, solo un acto de autenticidad y de libertad de otra persona, que te está diciendo no, a algo que tú quieres que te diga que sí.

Cuando dejas de odiar a las personas, dejarás de querer manipularlas, querrás que hagan lo que le plazca como te gusta a ti hacer.

Deberías querer que la gente sea auténtica, sea cual sea el resultado, porque ya no necesitas que nadie sea lo que no es, agradeces eso que te sucede, porque sabes que es lo que necesitas.

Y cuando vives así, dejas de necesitar a personas, cuando vives así te encuentras bien en tu soledad o rodeado de pocas personas, cuando vives así, te das cuenta, de que ya no necesitas ni personas ni cosas para ser feliz.

Agradeces lo que tienes y con esto en muchos casos tienes suficiente y ya no odias a nadie.

Cuando dejas de necesitar a personas o cosas, la vida es maravillosa, porque te permites mostrarte tal y como eres, sin odiarte a ti cuando no eres aprobado o valorado.

Cuando todo lo que me pasa lo disfruto o aprendo y no espero que sea de otra forma que la que es, mi realidad se transforma radicalmente.

Mirar hacia dentro y reconstruir una realidad en ti, que a ti te dé paz, es reformular la mirada, es redefinir lo que tu mente se empeña en definir como malo y que te crea pensamientos de dolor y desde la realidad, que tú has construido, se va a generar una nueva realidad.

El fracaso no es un fracaso, es una forma más de no hacer algo que has aprendido.

Un rechazo no es un rechazo, es un aprendizaje, es un aviso de que aquí no es tu sitio, es un acto de libertad y de valor, es un acto de libertad también del otro.

Un despido no es ningún despido, es una oportunidad para crear un mejor proyecto para ti.

Una separación no es una separación, es solo una nueva puerta que se abre y una oportunidad, de ir de un sitio que no era el tuyo a un sitio que sí lo sea.

Un maltrato no es un maltrato, es solo un aprendizaje para soltar y alejarse.

Una crisis no es una crisis, es una gran oportunidad de crecimiento y cambio.

Un trabajo de mierda no es un trabajo de mierda, es aprender a disfrutar de tu momento presente, mientras buscas un mejor trabajo.

No es lo que te pasa, lo que te hace sufrir, lo que te hace sufrir es lo que tú haces con lo que te pasa.

2- Me odio cuando me creo los pensamientos de mi mente

Una imatge de matrix feta amb I.A.

Dejar de juzgar lo que ocurre a tu alrededor, con lo que ven y sienten tus sentidos limitados y mira dentro de ti.

No te creas la realidad, cómo te la explica tu mente, ni cómo lo ven tus sentidos.

Debes cambiar tu mirada.

Una mirada de aceptación hacia la realidad que es.

Cuando te haces responsable de ti, es también hacerte responsable de dominar tu mente loca.

Dominar tus pensamientos, no creerlos, observarlos desde fuera porque no son tuyos, observarlos como nubes en el cielo que pasan y desaparecen en el horizonte.

Tu mente no eres tú, cuando tu mente te hace sufrir con pensamientos diversos.

La libertad consiste también en dominar tu mente.

Saber ver lo que guardas en tu mente.

Cuando guardas en tu mente palabras que te dan paz.

Por ejemplo: (en caso de que te alejes de alguien y el otro sufre y tú te odias a ti mismo por ser tan cruel).

Saberte explicar que tú no eres culpable de nada, solo un maestro para que el otro aprenda a despegarse y a hacerse responsable de su propia paz, estás ayudando al otro a quererse, estás ayudando al otro a no tener en cuenta tu desaprobación para poder ser más libre, autónomo y feliz.

Cuando cambias tu enfoque desde dentro, cambias tu realidad.

Cuando en vez de enfocarte en lo que ocurre fuera, en lo que hacen los de fuera, te enfocas en lo que haces con tu realidad, tu realidad cambia completamente.

Mirar hacia fuera, es pensar en quién tiene la culpa, es odiar, es odiarte, es pensar que eres insuficiente.

Además, en muchos casos podemos vivir vivencias muy injustas y crueles, y estás personas deben ser denunciadas, juzgadas y condenadas.

Pero la justicia no te garantiza paz.

Solo tú te la puedes dar.

Quien tiene la culpa, no es quien debe responsabilizarse, es tu responsabilidad hacer algo con esto.

Está claro que hay culpables, está claro que hay circunstancias complicadas, jodidas, injustas, está claro que hay adversidades, está claro que hay incomodidades.

Pero la paz no va de que existan o no.

La vida es un caos permanente y nosotros somos parte de ese caos, como lo es el universo, pero todo esto es irrelevante para tu paz.

Tu paz depende de lo que haces tú con esto, tu paz depende de que dejes, de odiar, de creer que te odian y de odiarte a ti.

Es más, en muchos casos estas adversidades y sufrimientos son elementos necesarios para poder evolucionar y transformarte en alguien mejor y aprender todo eso que te estoy contando.

3- Me odio cuando no me hago responsable de mi vida

Responsabilidad de hacer lo que mejor sea para ti de acuerdo a estos inputs externos.

Ser responsable de que alguien se te acerque con malas intenciones no puedes evitarlo, pero es tu responsabilidad alejarse lo más rápido posible.

Que haya leones en la selva no depende de ti, si eres una gacela, pero de ti depende, correr lo más rápido posible y mantenerte alejado de ellos.

Creer que esto no es justo y desde aquí construirte una personalidad de víctima, pobre de mí, no arregla nada, solo sufrir más y más, hasta el infinito.

Responsabilidad, es saber cuidar de sí mismo, ante el caos del universo, no hacerte responsable, es permitir ser una hoja al viento.

La vida no va de justicia, ni de comodidad, ni de éxito, ni de tener, ni en el poseer.

La vida va a hacerte responsable de ti y vivir en paz o no hacerte responsable y sufrir.

Simple y fácil.

El universo no es justo, la vida no es justa, la naturaleza no es justa, pero por suerte tu vida no va de justicia, ni va a querer cambiar el mundo, ni va a querer cambiar a los demás.

Tu vida va de ti y de lo que eres capaz de hacer con ella para vivirla en paz y plenitud.

Tu vida va de tu bienestar interno.

Deberías realizar un cambio de chip interno.

Si odias o te odias, no has entendido nada de la vida.

La vida no va de si eres justo, de si eres bueno, de si eres guapo, de si eres inteligente, de si tienes éxito, de si eres una buena persona o si no lo eres.

La vida va de atreverte a ser quien eres y de entender que está bien, que seas así, está bien, que seas como eres, cómo está bien, que cada persona, animal y planta de la naturaleza, sea cual sea, se atreva a ser quien es.

Tu vida va a vivirla desde tu autenticidad.

Te gusta lo que te gusta, eres como eres, te mueve lo que te mueve y haces lo que haces en función de lo que te sale de dentro.

A muchos no vas a gustar y está bien que sea así, y muchos no te van a gustar y está bien que sea así.

Odiarte u odiar no tiene sentido.

Es incluso infantil.

Si te haces estas preguntas:

  • ¿Por qué me odio?
  • ¿por qué odio mi vida?
  • por qué odio a todos
  • ¿por qué odio a todo el mundo?
  • ¿por qué me odio tanto a mí misma?
  • ¿por qué me odio tanto?
  • ¿por qué me odio a mí mismo?

Duele la respuesta, lo sé, pero es esta:

Porque eres un niño, débil, ingenuo e ignorante, manipulador y caprichoso.

Todo está bien como está, para que tú puedas crecer en fortaleza y libertad.

Tú estás bien así y no deberías odiarte por ser como eres, aunque muchos lo hagan y te odien.

Pero el resto del planeta también está bien.

Todo está bien cómo es.

Lo inteligente, es ver que haces contigo y con el resto del planeta para que tú puedas estar en paz tal y como eres.

Tú no puedes hacerte cargo, ni de cambiarte a ti, ni cambiar el universo, ni el planeta, ni los demás, ni deberías pretenderlo.

A esto se le llama soberbia o ingenuidad.

Pero si puedes hacerte cargo de ti, si puedes hacerte responsable de ti, si puedes reexplicarte las cosas para poder tener paz aquí, hoy y ahora y para siempre.

Nada es justo, pero todo está bien como es, y tú también.

La ley de la selva no es justa, lo natural no es justo, que sobreviva, el más fuerte no es justo, no va de justo, no va bueno o malo el juego de la vida.

Va de ser o de no ser y te guste o no, la realidad solo es y si quieres dejar de sufrir, debes dejar de odiarte y odiar.

Aceptar lo que es, no digo quererlo, aceptar lo que eres tú, lo que son los demás y lo que es el mundo y desde esa aceptación actuar y contarte la historia que te permita encontrar tu paz.

No busques justicia en ninguna parte, busca solo estar bien dentro de ti, sea cual sea lo que haya o pase fuera.

Responsabilidad personal.

Domina tu mente, tu vida no va a cambiar el mundo, no va de quien tiene la culpa.

No va a cambiar tú, va de aceptarte, va a respetarte, va a cuidar de ti, va de que escojas bien tus pensamientos y que gestiones bien tus emociones.

Va de elegir bien tus actitudes y tus acciones.

Es hacerte responsable de qué sientes en cada momento, de acuerdo con las historias que te cuentas, va de tomar medidas de acuerdo con lo que crees, va de dominar tu mente y no que la mente y los pensamientos locos, que se crean en ella, te dominen a ti.

No va de quién tiene la culpa.

La responsabilidad de estar bien solo depende de ti.

Tú eres responsable de tu bienestar, solo tú, tus pensamientos, tus actitudes solo dependen de cómo te hablas y de lo que haces tú con tus acciones en relación con lo que te ocurre.

No va de lo que es, sino que haces tú con lo que es para estar bien.

Es estar en paz con lo que piensas de ti, de los demás y del mundo, nada más.

4- Me odio cuando no tengo interiorizadas las creencias correctas

Tal y como eres estás bien, tratarte bien es tu responsabilidad, el resto es solo un reflejo de cómo tú te tratas.

Si te odias, odiarás al mundo.

Si te aceptas a ti mismo, aceptarás el mundo.

Todo se reduce a dejar de odiarte, porque el resto es solo un reflejo de cómo te respetas a ti.

Aprender a aceptarte tal y como eres sin buscar justicia, ni bondad exterior, ni amor externo, ni querer ni pretender ser diferente, es no querer cambiar nada de ti.

Dejar de creer que «todos me odian».

Aprende a expresar lo que sientes y crees, aunque gustes a pocos y dominar tu mente, en vez de que tu mente te domine a ti.

No te atreves a dominar tu mente, tu mente te domina, tu mente permite que lo que otros hagan o piensen, tenga más peso y valor que el que tú piensas y haces.

Por eso, crees que todos te odian, cuando en realidad simplemente lo que ocurre, es que no tienes la fortaleza para dominar tu mente.

Tú sabes quién eres, pero tu mente te domina con culpa, justicia, bondad, poder, dinero, sexo y belleza.

Domina tu mente y dejarás de odiarte y odiarlo todo.

Tu peor miedo es tu mayor luz, tienes miedo a soltar, tienes miedo a acercarte, tienes miedo a priorizarte, tienes miedo a buscar el rechazo, tienes miedo a dejar la comodidad y empezar a vivir una vida plena y todos estos miedos hacen que te odies y que odies al mundo.

Crees que te odian porque eres un cobarde.

Acepta eso.

Yo lo acepté en mí y a partir de allí empecé a mejorar.

Domina tu mente, responsabilízate de ti, porque hasta ahora tu mente te domina, las circunstancias te dominan y los otros también.

Solo eres un esclavo.

Crees que «todos me odian» porque todavía no has aprendido a dejar de sufrir

El único motivo real del porqué has sufrido es porque no te quieres.

Tu mente te repite esta frase una y otra vez:

  • Todos me odian

Lo que no te dice tu mente, es la segunda parte.

Todos me odian porque no quiero

No sabes cuidar de ti mismo.

No sabes darte lo que realmente necesitas para estar en paz

No sabes cómo potenciar tu real esencia, la que sea, y aquí es donde todos nos perdemos.

No te permites ser libre, siempre vas vigilando el no ofender ni molestar y cuando se ofenden, te odias por ofender y odias porque se ofenden.

No eres capaz de darte la libertad, que te permitiría vivir desde tu autenticidad, y al vivir desde ella tu vida mejoraría, y ni te imaginas cuánto.

No sabes cuidar de ti mismo, ni te haces responsable, y por eso necesitas que los demás te traten bien y se hagan responsables de ti.

No sabes ser independiente, ni autónomo, ni ser libre, por eso sufres.

Cuidar de uno mismo es posible, si uno se conoce bien y ese autoconocimiento profundo de uno mismo, te permite elegir entre lo que quieres y lo que mereces y eliges lo que te mereces.

Esta es la auténtica libertad.

  • qué alimentos tomar y cuáles no.
  • qué relaciones elegir y cuáles no
  • qué pensamientos creer y cuáles no
  • en qué formarse y en qué no
  • qué tipo de trabajo elegir y cuál no
  • dónde vivir y dónde no
  • en qué centrar tu atención y en qué no

Cuando te tratas bien, no quieres la comodidad, quieres felicidad y la felicidad no está en lo que quieres y no tienes, sino en lo que es realmente bueno para ti.

Pero si no te amas no te conoces, si no te conoces no sabes quién eres y tampoco sabrás que es lo que te mereces.

Un ejemplo mejor que mil palabras.

Tu mente te pide una pizza y tú sabes que te mereces una buena salud y te tomas tu ensalada.

La mente solo quiere y quiere cosas que normalmente no son buenas para ti.

Si necesitas ayuda para gestionar mejor tus emociones, un psicólogo te puede ayudar

 

Me odio a mí mismo porque es más fácil odiarme que aceptar a quien soy

No necesitas odiar a todo el mundo, para poder justificar lo que no entiendes y así sentir cierto bienestar.

No necesitas que te ame nadie, para ser feliz, más aún, amar es sufrir, si te quieren sufrirán.

Y si quieres y deseas la libertad y el bienestar de todos, también la tuya, no deberías desear lo que por no hacerlo ellos, los odias.

Amar es sufrir.

Si te quieren sufrirán.

Y esto no es lo que tú deberías querer.

Los odias porque no hacen algo, que tú querrías que hicieran, que de hacerlo les haría daño.

Tu mente no funciona bien.

¿No te das cuenta?

Este no es el camino.

Ya sé, ya sé, que no estás de acuerdo, ya lo sé, que ahora mismo no lo ves claro, déjame que te lo argumente.

Te lo resumo:

  • Si sufres es porque no te amas.
  • Si amas a alguien, sin que este amor pase por el filtro de tu amor propio, sufrirás
  • Si te quieren sufrirán
  • Si te amas serás feliz y cuando dejes de odiarte empezarás a hacerlo bien.
  • Sigo resumiendo y después te lo argumentaré punto a punto

La idea es que cambies tu cerebro y entiendas lo siguiente:

Tú has venido a este mundo solo con una misión, solo con un objetivo que es el de aprender a no odiarte a ti mismo.

Solo eso.

Tu misión en este mundo no debería ser amar a nadie, ni que te ame a nadie.

Tu misión es aprender a no juzgarte, a no criticarte, a aceptarte y desde ahí intentar potenciar, que los demás hagan lo mismo, en sí mismos.

Ni más ni menos.

Las dos principales razones por las que crees que “todos me odian”, es cuando sufres, cuando te rechazan de las muchas formas posibles de rechazo:

  • Te ignoran
  • Te dicen que no
  • No hacen por ti lo que querrías que te hicieran
  • Son como son con sus creencias y limitaciones y tú querrías que fueran de otra forma.
  • Te dicen lo que piensan y a ti no te gusta lo que piensan sobre ti

Porque el «no quiero» es odiarte a ti mismo

El “me odio a mí mismo”, es la razón de tu infelicidad, porque al odiarte, odias la realidad y no puedes aceptarla tal y como es.

Entender que aceptar la realidad, sin querer cambiarla, hace que todo se ponga en su lugar, para todos y todo tenga un sentido mejor.

Un mundo donde cada uno se acepte a sí mismo y que una vez lo haya logrado, intenten potenciar lo que han aprendido en ellos, en los demás.

No va de no tener conflictos, ni de gustar a todos.

Con que te gustes a ti, ya has ganado.

La vida no es esto.

Cuidar de ti y estar cómodo en tu piel, aunque no gustes a nadie más y ¡que puedas vivir en paz en tu vida, aunque sea una tragedia!

Y desde aquí relacionarte con otros humanos, buscando cooperar y compartir, y si no es posible, saber alejarse, para poder respetar también al otro.

Fin.

Ya sé que el mundo funciona en sentido contrario.

Pocos se aceptan y si lo hacen no lo hacen bien, porque se quedan en una sola parte del proceso.

Se aceptan, sí, cuidan de ellos también, pero no lo utilizan para compartirlo, sino que, cuanto más se aceptan, más crean un abismo con los demás.

Los juzgan, los critican, los manipulan y quieren poseer sus criterios, opiniones y decisiones y si no lo consiguen, los odian por ser libres.

Cuando odias a alguien o a ti mismo, no eres más que un carcelero de mentes y alguien muy infantil.

ODIO A TODOS PORQUE ME ODIO A MI PRIMERO

Creo que «todos me odian» porque soy un niño que quiere que el mundo le dé una piruleta que no necesita para nada.

Todo el mundo odia a todo el mundo.

Así estamos viviendo ahora mismo.

Porque todos buscamos fuera de nosotros, lo que creemos que necesitamos para ser felices, aunque sea a expensas de la felicidad de estos que pretendemos utilizar para intentar ser felices.

Es paradójico, pero así vivimos.

Y en este intento, ni nosotros conseguiremos serlo, ni hacemos ningún bien a los demás.

Solo sufres si te odias y odias en el mundo.

¿Por qué no cambiar todo esto?

No deberías esperar nada bueno de nadie, si alguien es bueno contigo genial, pero no lo esperes.

Ser bueno contigo te corresponde a ti y ser bueno con el otro le corresponde a este otro.

Es tan fácil que es increíble que no lo veamos claro.

Si algo desearías a este otro, es que sea capaz de darse a él mismo lo que le darías tú.

Y desde aquí, desde este sitio, relacionarse con los demás, buscando la cooperación y el compartir.

Sí se puede

Sí, es fácil, divertido y placentero.

Y si no es posible, tomas distancia y te vas a tu soledad, que es un buen sitio también.

Ahora iremos desgranando cada concepto y entenderás el concepto que te estoy intentando explicar.

Solo sufres, si te odias a ti por ser como eres, porque el problema de que el mundo te trate mal, crees que es tuya.

Solo sufres, si odias al mundo por ser como es, porque crees que el problema de tu sufrimiento, es cómo te trata el mundo.

Ambas cosas son lo mismo.

Parecen distintos, pero son lo mismo.

En la vida, como en casi todo, deberíamos empezar por el principio, y el principio de tu vida deberías ser tú.

Y por ahí deberíamos empezar.

Por ti.

Si te equipararas a una flor, deberías saber:

  • qué tipo de flor eres
  • que necesitas para florecer
  • que necesitas para poder dar tus mejores frutos
  • qué humedad necesitas
  • qué tipo de tierra deberías sembrarte
  • cuánto sol necesitas
  • eres de exterior o de interior?
  • ¿Te estropea el frío o el calor?
  • Qué nutrientes necesitas
  • qué abonos necesitas y cuáles no
    qué plantas son aquellas que aunque crezcan a tu alrededor te benefician y cuáles son aquellas que te perjudican
    y otras mil cosas que es necesario saber de ti.

Si no sabes todo esto de ti, te odiarás a ti y odiarás al mundo.

Y con ese conocimiento, tu misión en la tierra es convertirte en el máximo exponente de esa flor que tú eres.

Para cuidar de ti, debes empezar por saber quién eres tú y que te hace bien y que no.

Y de acuerdo con esto ocuparte de ti

Y podrás también acercarte o alejarte de otras flores, pero sin odiar a nadie, porque nadie es realmente bueno o malo.

Será bueno o malo para ti.

Pero no es bueno o malo.

No puedes odiar, como no puedes odiarte, porque nada es bueno o malo en general.

Esto que parece tan sencillo, nadie sabe hacerlo muy bien, de hecho es un proceso que dura toda la vida y muchos moriremos sin saberlo.

Saber cuidar bien de nosotros mismos es lo que llamamos felicidad.

Pero este punto es solo una parte de tu proceso de amarte.

Crees que «todos me odian» porque crees que las personas deben ser buenas contigo

Crees que «todos me odian», porque crees que debes ser una buena persona para los demás, y el efecto que te produce en tu mente, es que los demás deben ser buenos contigo.

Y no es cierto.

Es una creencia tóxica la tuya.

Tú debes ser bueno para ti y los demás deben ser buenos para ellos, y si a consecuencia de ser bueno para ti, creas bienestar en los demás, qué bueno, pero no debe ser el objetivo de tu modo de vivir.

Esta es la primera gran trampa en la que caemos todos, queremos ser buenas personas para los demás, sobre todo para aquellos que queremos cerca de nuestras vidas.

Y al querer ser buenas personas, dejamos de ser auténticas, dejamos de cuidarnos, dejamos de ser libres.

Y el ser humano para florecer necesita libertad y esa libertad, es lo que tú mismo te quitas cada día de tu vida, sacrificando esa libertad, renunciando a esa libertad, por un bien que crees, es un bien mayor, el amor a los demás.

Y al hacerlo sufrirás y al sufrir odiarás.

Y todo lo has generado tú por una creencia errónea, de cómo relacionarte con el mundo.

Si eres libre, eres capaz de ser auténtico, si eres auténtico entrarás en conflicto con las libertades de los demás, y en muchos casos para evitar sufrir a quien amas, dejas de ser auténtico, y cuando finges, dejas de ser feliz.

Así de simples somos los humanos y así nos va.

No hemos entendido que esa visión es errónea.

Es todo al revés.

Vive desde la autenticidad, aunque el mundo te odie, y ese dolor que puedes causar a quien te cree odiar, no es un dolor que perjudica a nadie, sino que beneficia a todos.

Cuesta entender, lo sé.

Que alguien sufra, si tiene que sufrir y que odie a lo que crea el causante de este sufrimiento, no es negativo.

Sufrir es muy conveniente para muchos, para aprender, para evolucionar y desde esa evolución aprender a vivir de otra manera más sana.

Ventajas del odio

Cuando alguien haga algo, desde su libertad, o desde su ignorancia, o desde su debilidad y eso que hace, no es lo que tú esperas que haga, sufrirás.

Y si lo que hace, para tu sistema de creencias es inaceptable, odiarás.

Y este odio te hará sufrir.

Y ese sufrimiento, en muchos casos, no en todos, es bueno, es lo mejor que te puede pasar, para poder traspasar, a un mejor sitio para ti.

Si sabes cuidarte, te convertirás en un ser valioso, como lo es aquella flor increíble que ha florecido en la mejor tierra, con el sol adecuado, con la humedad correcta y alejada de otras plantas que con sus raíces le puedan perjudicar en el agua que necesita.

Pero necesitas soltar, necesitas protegerte y al protegerte puedes causar dolor, porque necesitas rechazar, necesitas decir no, necesitas poner límites, necesitas priorizarte, necesitas anteponer tus necesidades a la de los demás, incluso a las de los seres queridos y esto, que en un principio puede parecer cruel, malvado y egoísta, es lo mejor que puedes hacer por ellos.

Dejarte de odiar y dejar de odiar, es lo mejor que puedes hacer por aquellos que pretendes amar, aunque en un principio y durante un tiempo, este amarte, cause dolor y sufrimiento en otros.

Nada puede fortalecerte más que cuidar de ti.

Nada puede fortalecer a los demás, que cuidando de ti y a través del sufrimiento que puedas inspirar en los demás, ellos puedan hacer lo mismo, una vez hayan aprendido, evolucionado y transformado, precisamente gracias a este sufrimiento que tú has inspirado (causado).

Los demás no necesitan nada de ti más que cuides de ti.

Tú no necesitas más de los demás que se cuiden a ellos.

Aunque este «egoísmo» te cause dolor o causes dolor.

Los demás no necesitan más que cuidar de ellos, por sí mismos, a pesar de que este hecho externo ajeno a ellos, pueda causarles un cierto esfuerzo y sufrimiento.

En este mundo no hay nada tan valioso como ser autónomo emocional.

Desde la autonomía emocional conseguirás la autonomía económica.

Solo así podrás ser auténtico y esa autenticidad te llevará en muchas ocasiones a que seas el enemigo de alguien.

A que alguien te odie y ese sufrimiento que inspirarás, es la energía que el otro necesita, para dejarte de odiar, para dejarse de odiar a él y poder iniciar su propio proceso.

Todos me odian porque me odio a mí mismo

La causa de todo el sufrimiento del mundo, con todas sus contradicciones y dramas, es esta forma que tenemos de odiar.

No sabemos dejar de odiar y como no sabemos, sufrimos y al sufrir potenciamos los demás se odien a sí mismos.

Así va el mundo, así vamos nosotros, amargados, dependientes, quejosos, insatisfechos, reclamadores, exigentes, juzgando y buscando fuera en la manipulación del otro, una pseudo felicidad efímera, que acaba sin satisfacer a nadie, dejando en el camino cadáveres vivientes, llenos de dolor e insatisfacción.

El problema no es que odiamos a todos, el problema es que te odias a ti, por ser como eres, con todas estas características propias que tú ves como limitaciones.

Pero el camino no termina aquí.

¿Cómo cambiar todo esto?

Primero deberíamos aprender a no depender emocionalmente de nadie externo a ti.

Primero deberías ser libre.

Es fácil sentirse bien si utilizas a otros en beneficio propio, es fácil correr más que los demás usando una bicicleta, no es eso.

Liberarte emocionalmente de hechos y de personas externas a ti es un proceso personal que va de fuera a dentro y no de dentro a fuera.

Usar a los demás, manipular a los demás, necesitar a los demás, depender de los demás, para sentirse bien, es hacer trampa, no vale, así no.

  • Cuidarse.
  • Conocerse.
  • Respetarse.
  • Aceptarse.
  • Adquirir habilidades.
  • Aprender de los errores y fracasos
  • Mantenerse en acción
  • Ser capaz de contarte historias que te sumen
  • Aprender a vivir en presente
  • Ser auténtico y sentirse bien, a pesar del dolor que puedas inspirar
  • Ser auténtico y sentirse bien, pese al rechazo
  • Ser libre y buscar tus preferencias y sentirse bien a pesar del fracaso.

Este es el camino a recorrer que nadie quiere recorrer.

Hasta que no te sientas bien en tu autenticidad, aunque el resultado sea rechazo y fracaso o dolor ajeno, no estarás avanzando.

Nadie hace esto y todos deberíamos hacer esto.

Hasta que no seas capaz de ser auténtico y actuar desde la autenticidad, sin mentir, sin fingir, sin manipular y desde ahí, seas rechazado, y siendo rechazado, te sientas bien y feliz, es que no te quieres.

Cambiar él no quiero, por lo quiero, no es lo que crees

Esta primera fase mucha gente le ha entendido tan bien que la ha entendido mal.

Aquí se ha quedado, quiero, quiero, quiero y todo para mí y los demás que se jodan, yo primero, yo primero y yo segundo y yo tercero hasta el último y los demás son herramientas por procurarme todo el amor del mundo.

Este me quiero, es seguirte odiando y acabarás creyendo que “todos me odian”

Estas personas creen que ya no se odian, pero no es cierto, simplemente han pensado que pasar la primera parte del proceso, es hacerse responsable de sus emociones y no es así.

Hacerse responsable de tu vida es priorizarse, sí, es protegerse sí, pero para después ir a los demás, a compartir, a cooperar, a sumar en la vida de los demás y ese paso lo pretenden ahorrar.

Creen que todos están al servicio de sus intereses, se creen tan valiosos y se creen tan buenos que nada es suficiente para ellos, y manipulan a los demás como si fueran juguetes para favorecer sus intereses.

No han entendido nada.

Muchos otros, lejos de hacer este proceso, creen que son los demás quienes deben facilitarles la vida.

Estamos en un mundo lleno de personas que no han llegado a esta primera fase, de entender, que se odian porque no se aman.

Son los dependientes emocionales, los victimistas, los apegados, los tristes, los que se aferran a un pasado mejor, son esas personas que creen que merecen ser valorados y tratados como ellos quieren ser tratados.

Otro gran error.

Nadie debe tratarte diferente de cómo te quiera tratar, eres tú quien tienes que tratarte bien.

Tampoco han entendido nada.

Otros creen que lo han entendido todo, la sociedad potencia este tipo de pensamientos, la sociedad nos inspira en información errónea con medias verdades para que no parezca una mentira.

Nos quiere confundidos, quiere que nos creamos satisfechos, pero dentro sabemos que no es esto, y no es esto, porque no estamos bien y no estamos bien, pues seguimos creyendo en el “todos me odian”.

Ejercicios para aprender a no continuar con el pensamiento «me odio a mí mismo»

Una vez hubiéramos aprendido a cuidar de nosotros, deberíamos ser capaces de establecer relaciones de calidad, con otros seres humanos.

Estas relaciones deberían basarse en tu autenticidad y desde ella intentar potenciar en el otro la posibilidad de que aprenda a hacerse responsable de su vida, como tú has aprendido a hacerlo con la tuya.

Las relaciones humanas deberían basarse en la autenticidad y en la libertad, aunque te produzca ciertas incomodidades.

Pero el mundo, va cada mes en sentido contrario, en aras de una libertad fingida, cada vez es más difícil, expresarte libremente sin que muchos se sientan atacados.

Y hemos terminado en una vida real que tiene de todo menos real.

Una realidad en la que todos mentimos, donde todos vamos con máscaras, sobre todo cuando queremos algo de alguien, cuando nos gusta algo de alguien, cuando tenemos miedo a perder algo.

Todo lo contrario a lo que te recomiendo.

La idea es aprender, a no relacionarte, para obtener algo para ti, de la relación, sino para que el otro aprenda a tratarse mejor.

La idea es relacionarte, no para que el otro te trate bien, sino para que ese otro aprenda a tratarse bien a sí mismo.

Todo lo contrario de lo que está pasando.

Te relacionas, para sumar y de lo contrario no te relacionas, lo contrario a lo que hacemos, nos relacionamos porque queremos algo del otro, pues necesitamos algo del otro.

SI TIENES POCO TIEMPO AQUÍ TIENES UN RESUMEN

Crees que todos te odian simplemente porque no te haces responsable de tus emociones

No odies las incomodidades ni los conflictos

Aceptar la vida tal y como es, es la única forma posible de vivir en cierta paz.

Para saber aceptar esta vida, que muchas veces no entenderás y que te creará incomodidades, primero necesitas aceptarte a ti y desde aquí, desde este “ya no me odio más”, te relacionas a compartir y potenciar en la vida de los otros lo mismo que has sido capaz de crear en ti.

No es fácil, ni es un proceso corto en el tiempo y requiere grandes dosis de esfuerzo y tiempo de dedicación, nadie dijo que ser feliz fuese fácil.

Muchos confunden felicidad con comodidad y así les va.

Lo mejor sucedáneo de la felicidad es la ignorancia.

La ignorancia es lo que verás por todas partes.

En el mundo que vivimos, la gente persigue la comodidad y la ignorancia, teñida con una ligerísima capa de intelectualidad.

Créeme.

Aprender a dejar de odiar al mundo no es eso, es duro y necesitas mucho sufrimiento previo, para aprender a dejar de sufrir la vida que vives.

Sufres porque no te quieres

Dejar de odiar la vida tal y como es, requiere dos pasos previos.

Lo primero es aceptarte a ti tal y como eres, sin eso nunca podrás aceptar la vida tal y como es y la seguirás odiando.

¿Qué es aceptarte a ti?

Es saber cuidar de ti, es cuidar de ti, pero en la realidad que estás viviendo, es saber que es lo que te hace bien e intentar hacerlo, pero enfocarte en el proceso.

Intentar hacer lo que quieres hacer, a pesar de tus miedos que te impiden hacerlo.

No esperes tener todo lo que quieres, para comprender que todo está bien sin todo lo que quieres.

Permitirte ser auténtico y desde aquí elegir entre disfrutar del proceso que te llevará a esta paz o simplemente sufrirlo.

Saber cuidar de ti, dentro de tu realidad, la que sea y desde aquí si puedes transformarla y si no puedes aceptarla y saber disfrutarla.

Saber estar bien en el tuyo aquí y ahora y desde aquí, seguir estando bien, hasta dónde te lleve.

Ser libre sí, pero no estoy hablando de la libertad de hacer lo que te dé la gana en cualquier momento y lugar, pise a quien pise ya cualquier precio.

No es esta, la libertad que te hará libre.

Te hablo de ser realmente libre.

Te hablo de una libertad interior.

Te hablo de liberar tu esencia de la realidad.

Te hablo de jugar con la realidad y no de sufrirla

Te hablo de saber surfear la realidad y disfrutar de la ola, da igual la que sea, porque tu libertad te permitirá disfrutarla.

La realidad es neutra, es tu libertad la que hará de ella un cielo o un infierno, y a partir de ahí transformarla o no, pero en cualquier caso la disfrutarás.

¿Y cómo se hace esto?

Aceptar la vida tal y como es te permitirá dejar de odiarla.

No se trata de crear la realidad que quieras, porque no podrás, sino de ser capaz de disfrutar la realidad, la que sea.

Aceptarte tal y como eres, te hará aceptar a los demás tal y como son y dejarás de odiar y aprenderás a divertirte de lugares y situaciones donde antes las sufrías.

¿Y cómo se hace esto?

Con responsabilidad personal y dejando que los demás asuman la suya.

Si te permites ser auténtico, te permitirás liberar tu esencia en el mundo y tu mente fluirá y lo que realmente sientes, crees, piensas y deseas ya no lo esconderás, aunque alguien te odie por ser como eres o creas que tu verdad le podrá doler.

La vida nunca te va a dar las mejores cartas.

La vida nunca será como tú quieres que sea.

No se trata de ganar o perder partidas.

La cosa va de aprender y disfrutar mientras te pasan cosas de mierda.

Y llegado a este punto, las cartas que te da la vida se vuelven irrelevantes, es más cuando menos buenas, mejor porque te permite aprender más, y desde ahí disfrutar de cada momento, aunque pierdas.

No odiar permite divertirte con la vida.

La insatisfacció emocional està en els nostres gens.

Naixem amb aquesta ànsia de la insatisfacció per així evolucionar com espècie.

Però cal ponderar-la adequadament.

Libros que deberías tener en cuenta para poder ser más feliz

Bibliografía

Estos autores me han inspirado para crear este post

  1. Christopher Ryan y Cacilda Jetha ( 2012). EN EL PRINCIPIO ERA EL SEXO: LOS ORIGENES DE LA SEXUALIDAD MODERNA. COMO NOS EMPAREJAMOS Y POR QUE NOS SEPARAMOS. Editorial Paidos Ibérica.

DEJAR DE SUFRIR NO ES FÁCIL PERO ES POSIBLE

Nadie te odia, tú, te odias

Puede ser felices si aprendéis a gestionar adecuadamente vuestras emociones y expectativas.

Nadie ha dicho que fuera fácil, pero es posible vivir una vida mejor.

Solo se necesita esfuerzo, humildad, aprender, practicar y persistir.

Y por eso estoy aquí para acompañarte en este camino.

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