No va de ir a ninguna parte, sino de crecer en el presente haciendo lo que amas.
Encuentra quién eres y ama esto.
Y desde ahí descubre tu don.
Enfócalo en los demás, invierte en marketing, haz lo que tengas que hacer por el puro placer de convertirte en alguien mejor.
Pero no por querer llegar a ninguna parte, porque no hay ningún lugar donde llegar donde estarás mejor que en ese lugar en el presente, a eso le llamamos una vida plena.
La vida es paradójica, a veces te van bien las cosas; sin embargo, no eres más feliz porque te vayan bien las cosas, las cosas que te pasan que son calificadas de buenas por ti, son solo la cereza del pastel, pero no te darán la plenitud que buscas.
Que te sea igual todo, no tengas metas, que el final del juego no te importe, céntrate en crecer y disfrutar del proceso, agradeciendo tu presente.
No tengas prisa, todo lo que te va bien no es lo que te hace sentir bien.
Entender que no hay dónde llegar.
Crecer en cómo te cuidas, en cómo te respetas.
En cómo te tratas es lo importante cuando te pases el día haciendo cosas que amas.
Cuando te pases el día esforzándote haz esas cosas que quieres cada vez mejor, trabajando duro.
Cuando no te preocupe la validación, ni te preocupe si ganas o no.
Cuando acabes el día feliz de vivir lo que vives y ames lo que haces y lo que te pase lo aceptas y lo utilizas a tu favor y lo transformas en algo bueno para ti, y te subes encima para crecer todavía más.
Entonces quizás te viene el éxito y el reconocimiento, pero te será igual, porque la plenitud ya la habrás alcanzado mucho antes que ese éxito efímero que solo es un punto aparte.
Ninguna cantidad de éxito ni reconocimiento llenará el vacío que sientes de no sentirte suficiente que viene de no amarte, que viene de buscar fuera el amor y el reconocimiento que tú no te sabes dar, nada de fuera llenará.
Si no te quieres tal y como eres no tienes nada, si lo tienes no necesitas más.
No puedes engancharte a un resultado externo porque es sufrir, vivir en función de validación externa, en función de objetivos a conseguir es sufrir.
No esperes la perfección en ti ni fuera de ti, amarte no significa que seas perfecto, no existe la perfección ni la justicia y es este amarte lo que te permite amarte a pesar de que no seas perfecto ni que siempre seas justo, el amor propio te permite tener esa paz.
No pierdas tiempo en creer que lo de fuera, lo que te tocó vivir no fue lo mejor para ti, lo que te tocó vivir, lo que te pasó, es lo mejor para ti, para que tú puedas hacer tu trabajo emocional de aprender a amarte a ti y por ti, de sentirte valioso por ti.
Lo que te tocó vivir y lo que tú sentiste que era malo para ti era lo mejor que te podía haber pasado para poder llegar a amarte a ti mismo.
Responsabilizarte de todo lo que te ha pasado, y tomar lo mejor que te ha pasado, transformar todo lo que te ha pasado en lecciones básicas para aprender a quererte.
Entender que gracias a lo que te ha pasado has aprendido a amarte, por eso es básico el rechazo, el fracaso, la no aprobación, la soledad, porque gracias a ello puedes aprender a amarte a ti y por ti sobre la base de tu auténtico yo.
Amarse a uno mismo es entender que sombras y luces son lo mismo en ti, sin renegar de nada y sentirte lleno y amado así como eres.
Soltar todo lo que crees que te hará feliz en el futuro y quédate en un presente pleno, divertido y amoroso.
Y desde este sitio, es donde más probable que puedas tener un éxito profesional y personal.
Pero no es el fin.
El fin es solo amarte en presencia plena haciendo cosas que amas sin querer una meta diferente a la que deba ser.